Rudy Gybels, un Belga de 45 años, decidió comer perros calientes y papas fritas todos los días de su vida, desde que tenía 13 años; así lo ha hecho por 32 años.
Cuando Rudy tomó la decisión, se debió a que madre insistía en que debía comer más frutas y verduras; para que lo hiciera, llegaron al trato de que en el almuerzo debía comer sano y en la cena podía elegir lo que él quisiera. Aquí comenzó todo.
Desde ese momento, Rudy, quien vive en Schaffen, en la provincia del Brabante Flamenco, en Bélgica, tiene el hábito de comer todos los días perros calientes y papas fritas. Esto hace parte de su vida diaria y de su dieta.
Pero definitivamente esta costumbre no le ha traído nada bueno; los médicos aseguran que su cuerpo ha sufrido muchos cambios internos; sin embargo el hombre aparentemente no sufre de obesidad y parece tener buena salud. Además, asegura que para él, comer perros calientes y papas fritas todos los días es una necesidad: «algunas personas necesitan su taza de café o su paquete de cigarrillos al día, yo necesito mi dosis diaria de perritos calientes y patatas fritas.»
Con respecto a esto, el dietista Michaël Sels cuestionó este hábito, señalando lo perjudicial que puede ser la dieta de Rudy para su salud. Sels asegura que el cuerpo del hombre podría transformarse repentinamente y tener graves consecuencias para su salud.
Y es que Rudy Gubels admitió no haberse hecho revisiones médicas desde hace mucho tiempo; por lo que no se sabe realmente cuál es su estado de salud.
Estudios científicos han comprobado que comer perros calientes y papas fritas todos los días, aumenta altamente el riesgo de desarrollar enfermedades como la diabetes, el colesterol o problemas cardiovasculares.