Consumo de refrescos: buenas razones para reducirlos o eliminarlos

Escrito por Lina Rodríguez Fernandez

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El impacto del consumo de refrescos en la obesidad y el sobrepeso ya no es un secreto. ¿Pero sabías que hay buenas razones para evitar los refrescos? ¿Cuáles son los peligros? ¿Por qué deberíamos limitar su consumo? Hagamos un balance de estas bebidas.

¿Por qué deberían prohibirse los refrescos en la dieta?

Hay muchas razones para limitar o prohibir los refrescos:

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  • Contienen muchos azúcares

    La cantidad de azúcares en las bebidas varía de una marca a otra. Sin embargo, un pequeño vaso de gaseosa (unos 120 ml) contiene el equivalente de cuadrados de azúcar (unos 10 g de azúcares). Además, la mayoría de estas bebidas se comercializan en forma de latas de 33 cl, es decir, 330 ml. Esto inocuamente aumenta la adición. Entonces, cuenta unos 28 g de azúcares en este formato. En otras palabras, 5 o 6 cuadrados de azúcar por porción.

  • Están «vacíos» en calorías

    Las sodas proporcionan las llamadas calorías «vacías». Están compuestos sólo de azúcares añadidos. Estos últimos no tienen ningún interés nutricional. Es decir, ni los minerales ni las vitaminas que podrían contribuir al buen funcionamiento del cuerpo. El consumo de refrescos sería simplemente una fuente de «calorías», es decir, energía para el cuerpo, que tendemos a olvidar. O, por el contrario, extrapolar pensando que su consumo nos permitiría llenarnos de energía, lo cual es completamente falso.

  • Promueven el riesgo de tener sobrepeso

    Consumir refrescos de forma regular es la forma más efectiva y a largo plazo de ganar peso. De hecho, el consumo de energía es considerable. Y eso son unas 50 calorías por vaso. El total de un día completo puede ser impresionante para un individuo que consume varias copas al día. Además, un estudio danés publicado en el American Journal of Clinical Nutrition encontró que los que consumían refrescos tenían más grasa corporal. En otras palabras, tenían más grasa que las personas que sólo consumían leche, bebidas bajas en grasa o agua con la misma cantidad de calorías. Además, esta ingesta de azúcares, especialmente en forma líquida, provoca un pico de insulina en la sangre. Es una hormona que también promueve el almacenamiento de grasa.

  • El consumo de refrescos promueve la diabetes

    Los picos de insulina son causados precisamente por el consumo de bebidas azucaradas tipo soda. Son muy perjudiciales a largo plazo. Este consumo estaría vinculado a un alto riesgo de diabetes. Según los estudios, beber al menos una bebida endulzada al día es suficiente para aumentar el riesgo de diabetes.

  • Dañan los dientes

    Aunque el esmalte de los dientes es la sustancia más fuerte de nuestro cuerpo, sigue siendo sensible a un pH de 2,5. Esto es particularmente el caso de la Coca Cola, que tiene un pH más o menos ácido que el de una batería. Según un estudio, este fenómeno se debe, entre otras cosas, al ácido fosfórico presente en los refrescos. Estos ácidos son tan dañinos para los dientes como la metanfetamina u otras drogas ilegales. Además, este efecto se vería más agravado por el azúcar que alimenta a las bacterias naturalmente presentes en la boca. Así, el consumo de sodas también promovería la aparición de caries.

  • A veces contienen sustancias químicas

    Los refrescos suelen ser ricos en sustancias químicas cuyos riesgos a largo plazo suelen desconocerse. Este también es el caso de los refrescos «ligeros», en los que el azúcar ha sido sustituido por edulcorantes. Se trata a menudo de edulcorantes químicos o «sintéticos» cuyos efectos a largo plazo se desconocen. El aspartamo es uno de los principales edulcorantes que ha causado controversia. Es un edulcorante sintético con 150 veces la dulzura del azúcar. Numerosos estudios han vinculado un posible vínculo entre el cáncer y el consumo de aspartamo. Sin embargo, aún no tenemos la perspectiva para poder afirmar sus posibles efectos a largo plazo.

  • Aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares

    El consumo de refrescos también aumentaría el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Puede causar la obstrucción de las arterias, lo que puede conducir a la reducción del flujo sanguíneo. Esto aumenta el riesgo de problemas cardíacos: accidentes vasculares, hipertensión, ataques cardíacos, etc. Además, los estudios muestran que consumir al menos una bebida azucarada al día aumentaría el riesgo de enfermedades coronarias en un 40%.

  • Pueden ser adictivos

    La presencia de azúcares en los refrescos también tendría otra desventaja. Podría mantener nuestra adicción a la dulzura. Se considera que el azúcar tiene efectos adictivos similares a los de la cocaína. Por ejemplo, en altas dosis, podría contribuir a la secreción de dopamina por las neuronas. Esto estimularía la sensación de plenitud y bienestar. Esto podría llevar a un consumo excesivo de productos dulces a largo plazo.

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Fuentes:

https://www.futura-sciences.com/sante/actualites/nutrition-seul-verre-boisson-sucree-jour-augmente-risque-cancer-58813/

https://sante.lefigaro.fr/article/sodas-l-augmentation-des-prix-fait-elle-vraiment-diminuer-la-consommation-/

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