Los granos enteros nos hacen vivir más tiempo, según estudio

Escrito por Lina Rodríguez Fernandez

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Tres estudios publicados muestran que el consumo regular de alimentos de grano entero se asocia con una reducción significativa del riesgo de muerte prematura. Comer granos enteros es un gran beneficio para la salud.

Los cereales fueron las primeras plantas domesticadas por los seres humanos hace más de 10.000 años; aún hoy en día son alimentos básicos en la mayoría de los cultivos alimentarios del mundo.

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Tradicionalmente, estos granos (el trigo, por ejemplo) se comían en forma entera; lo que significa que las harinas obtenidas al triturar los granos contenían, además de azúcar en forma de almidón, la cáscara (salvado) y el embrión (germen). En esta forma completa, los cereales son un alimento de alta calidad; no sólo como fuente de energía (el azúcar del almidón), sino también por su alto contenido en fibra, vitaminas y minerales del salvado y el germen.

La situación es muy diferente hoy en día, ya que la gran mayoría de los productos de cereales que se consumen diariamente (pan, pasta, pasteles, etc.) están hechos de harinas blancas refinadas; es decir, sin salvado ni gérmenes. En otras palabras, estos alimentos sólo contienen almidón; están esencialmente desprovistos de fibra y, en última instancia, son sólo una versión agotada del cereal de partida. los beneficios.

Aumento repentino del azúcar en la sangre

Esta diferencia en la composición de las harinas integrales y refinadas tiene como resultado efectos muy diferentes en el cuerpo humano; en particular en lo que respecta a los niveles de azúcar en la sangre. La presencia de fibra en las harinas integrales hace que el azúcar del almidón sea más difícil de digerir y asimilar, lo que permite mantener los niveles de azúcar en la sangre a niveles suficientes para asegurar el funcionamiento de nuestras células, pero sin llegar a niveles excesivos.

Por el contrario, la ausencia de estas fibras en las harinas blancas refinadas aumenta la absorción del azúcar del almidón, lo que provoca aumentos repentinos de los niveles de azúcar en la sangre. Nuestro metabolismo está mal adaptado a estos cambios repentinos en los niveles de azúcar, lo que con el tiempo conduce a varios trastornos metabólicos que pueden tener graves consecuencias para la salud.

La fibra también retarda el vaciado gástrico, lo que aumenta la sensación de saciedad y evita la ingestión de calorías en exceso; también se fermenta en el colon para producir ácidos grasos de cadena corta con propiedades antiinflamatorias. La lista de beneficios asociados con el consumo de fibra dietética es larga y no hay duda de que es mucho mejor comer cereales en su forma completa para disfrutar de estos beneficios.

Disminución de la mortalidad prematura

Los efectos positivos de los cereales integrales en la salud quedan bien ilustrados por los resultados de tres meta-análisis independientes que examinaron la relación entre el consumo de cereales integrales y el riesgo de mortalidad prematura. Analizando varias docenas de estudios realizados en los últimos años, cada equipo de científicos pudo demostrar que el consumo diario de unas tres porciones de granos enteros (una porción = una rebanada de pan, 30 g de cereal, 1⁄2 taza de pasta o 1⁄2 pita) se asociaba con una reducción significativa del riesgo de muerte prematura:

  • una reducción del 22-30% de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares
  • 14-18% de reducción de la mortalidad por cáncer
  • una reducción del 19 al 22% de la mortalidad por todas las causas

Los productos de granos enteros están disponibles comercialmente.

La incorporación de granos enteros en sus hábitos alimenticios tiene un impacto muy positivo en su salud. Sin embargo, este potencial preventivo sigue en gran medida sin aprovecharse; ya que menos del 5% de la población consume las tres porciones recomendadas de granos enteros. Sin embargo, es fácil remediar esta deficiencia, porque las tiendas de alimentos ofrecen cada vez más productos elaborados con granos enteros; ya sea panes, pastas o cereales, que pueden utilizarse para sustituir sus versiones que contienen harinas blancas refinadas con la mayor frecuencia posible.

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