Tos persistente y cáncer de pulmón: ¿cuándo hay que preocuparse?

Escrito por Elena Ramos

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Muchas personas experimentan una tos persistente en algún momento de su vida, normalmente sin mayores complicaciones. Sin embargo, una tos persistente puede ser un síntoma de cáncer de pulmón. La tos ayuda a los pulmones a eliminar posibles gérmenes y objetos peligrosos de las vías respiratorias. Una tos que persiste durante semanas o incluso meses puede indicar algo grave. A veces se debe a un cáncer de pulmón.

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Este artículo examina la relación entre la tos y el cáncer de pulmón, cuándo hay que ponerse en contacto con un médico y las opciones de tratamiento disponibles.

Tos y cáncer de pulmón

Hay muchas razones para la tos, muchas de las cuales no son graves y desaparecen por sí solas. Sin embargo, aunque la tos no suele significar la presencia de un cáncer de pulmón, una tos persistente es un síntoma común de cáncer de pulmón en el momento del diagnóstico. Un estudio realizado en 2020 sobre personas con cáncer de pulmón descubrió que el 54% de los participantes que no estaban en tratamiento tenían tos, en comparación con el 40% que estaban en tratamiento.

¿Cómo se puede saber si una tos es un cáncer de pulmón?

No hay manera de diagnosticar el cáncer de pulmón basándose únicamente en los síntomas del cáncer de pulmón, y desde luego no basándose únicamente en la presencia de tos. Un estudio de 2019 sobre personas con cáncer de pulmón descubrió que la gravedad de la tos no se correlacionaba con la gravedad de la enfermedad.

Sin embargo, ciertas características de la tos están relacionadas con el riesgo de cáncer de pulmón, entre ellas:

  • una tos persistente que no desaparece o que empeora con el tiempo
  • tos con sangre o flema marrón o roja
  • tos en una persona con antecedentes de tabaquismo
  • infecciones respiratorias frecuentes como la neumonía y la bronquitis
  • tos asociada a sibilancias o dificultad para respirar
  • una tos que produce mucha mucosidad fina.

En cambio, la tos normal suele producirse como respuesta a un irritante, una enfermedad o un virus:

  • se produce en respuesta a un irritante, como el humo o un objeto en la garganta
  • se produce como parte de una enfermedad de corta duración que desaparece
  • puede o no producir moco, pero normalmente no produce grandes cantidades de sangre o moco oscuro.

Una tos que persiste sin motivo aparente, o una enfermedad que no desaparece, puede ser señal de cáncer de pulmón. Evitar o dejar de fumar puede reducir el riesgo de muchas afecciones que implican tos, incluido el cáncer de pulmón.

Otros síntomas del cáncer de pulmón

Una tos persistente o que empeora no es el único síntoma del cáncer de pulmón. Otros síntomas de la enfermedad son:

  • sibilancias y dificultad para respirar
  • ronquera
  • dificultad para tragar o hablar
  • pérdida de apetito
  • pérdida de peso inexplicable
  • cansancio
  • hinchazón de la cara o el cuello

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) es otra enfermedad grave que suele afectar a las personas que fuman.

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Causas de la tos

La tos puede tener muchas causas. Por ejemplo, una tos de corta duración puede ser el resultado de:

  • una infección, como un resfriado o una neumonía
  • una alergia, como la fiebre del heno
  • inhalación de polvo, humo o residuos
  • irritación de la garganta por los alimentos
  • garganta seca debido a la deshidratación

Los siguientes factores también pueden provocar una tos persistente o crónica:

  • una infección respiratoria prolongada, como la bronquitis crónica
  • una enfermedad respiratoria de larga duración, como el asma o la EPOC
  • fumar
  • disfagia, una condición que afecta a la deglución y puede causar asfixia
  • enfermedades neurológicas, como la demencia, que afectan al reflejo de la tos
  • bronquiectasias, que es un agrandamiento de las vías respiratorias en los pulmones
  • el goteo postnasal, que se produce cuando la mucosidad desencadena la tos al bajar por la garganta, normalmente debido a un resfriado o una alergia
  • La enfermedad de reflujo gastroesofágico, en la que el ácido del estómago se devuelve al esófago, o conducto de la comida, y causa irritación.
  • medicamentos como los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina, que tratan la hipertensión arterial y las enfermedades cardíacas.

Cuándo contactar con un médico

La mayoría de las toses mejoran o desaparecen en 3-8 semanas. Sin embargo, es importante acudir al médico si la tos dura mucho tiempo o si se presenta junto con otros síntomas, como la tos con sangre. El médico puede determinar la causa de la tos y proporcionar el tratamiento adecuado si es necesario.

No todas las personas con cáncer de pulmón tienen tos. Por ejemplo, los tumores de Pancoast se desarrollan en la parte superior del pulmón y no provocan tos.

Diagnóstico

Al examinar a una persona con tos persistente, los médicos pueden preguntar primero sobre:

  • historial médico familiar y personal
  • la duración de la tos
  • qué tipo de tos es
  • cuándo es más probable que ocurra
  • cualquier otro síntoma.

El médico también realizará un examen físico. Escuchará el corazón y los pulmones de la persona y buscará otras posibles causas de la tos, como signos de infección o goteo postnasal.

En función de los resultados, el médico puede solicitar otras pruebas, como las de imagen:

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  • Pruebas de imagen: Incluyen una radiografía de tórax, un TAC y una resonancia magnética.
  • Análisis de sangre: los médicos suelen realizar un recuento sanguíneo completo y evaluar otros marcadores de cáncer en la sangre.
  • Análisis de esputo: Se puede pedir a la persona que proporcione muestras de esputo.
  • Biopsia: Los profesionales sanitarios pueden tomar muestras de tejido introduciendo una aguja en los tumores accesibles.
  • Broncoscopia: En esta prueba, un profesional sanitario introduce un pequeño tubo a través de la nariz hasta los pulmones. La misma herramienta se utiliza para tomar una pequeña muestra de tejido para su análisis.

Algunos tipos de cáncer son más agresivos que otros. Esto afectará al pronóstico y al tratamiento. Si el diagnóstico es cáncer de pulmón, un equipo de especialistas realizará más pruebas para determinar el grado de extensión.

Tratamiento

Si a una persona se le diagnostica un cáncer de pulmón, el médico le explicará un plan de tratamiento. Estos planes varían de una persona a otra. El médico tendrá en cuenta el tipo de cáncer, la edad de la persona y su estado de salud general, entre otros factores.

Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Cirugía: Si el cáncer es pequeño, un cirujano puede extirpar parte del pulmón. También puede extirpar los ganglios linfáticos cercanos.
  • Radioterapia: Una máquina apunta a las células malignas con un haz. Esto mata las células cancerosas para reducir el tumor antes de la cirugía o para eliminar las células restantes después de la cirugía.
  • Quimioterapia: Puede eliminar las células cancerosas, pero también puede tener efectos secundarios graves en las células sanas.
  • Terapia dirigida: Estos fármacos se dirigen a genes, proteínas y otros factores específicos que contribuyen al desarrollo del cáncer. Su objetivo es detener o retrasar el crecimiento del cáncer.

Ciertos cambios en el estilo de vida también pueden ayudar a mejorar el panorama, incluso después del diagnóstico. Estos incluyen:

  • dejar de fumar
  • llevar una dieta equilibrada
  • hacer ejercicio regularmente

Si el cáncer se ha extendido considerablemente, puede que ya no sea posible extirparlo o curarlo. El médico puede recomendar cuidados paliativos, incluida la radioterapia, para prevenir nuevas complicaciones y tratar los síntomas.

Estrategias de gestión y autogestión

Vivir con cualquier tipo de cáncer de pulmón puede ser difícil. Las siguientes estrategias pueden ayudar:

Adoptar un estilo de vida saludable que incluya ejercicio moderado, alimentación sana y control del estrés. Esto puede ayudar a la persona a sentirse mejor y a reducir el riesgo de nuevos síntomas.

Discuta los riesgos y beneficios del tratamiento con un médico. Algunos tratamientos prolongan la vida pero no curan el cáncer y pueden hacer que la persona enferme mucho.

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Pregunte a su médico sobre los medicamentos para la fatiga. Muchas personas con cáncer de pulmón luchan contra la fatiga y pueden no obtener alivio sólo con las estrategias de autocuidado.

Hable con un médico sobre los síntomas, incluidos los efectos secundarios del tratamiento del cáncer. A menudo, la medicación o los cambios en el estilo de vida pueden reducir la gravedad de estos síntomas.

Prevención

Toda persona que tenga una tos persistente acompañada de dolor en el pecho, dificultad para respirar o esputo sanguinolento debe acudir al médico. En el caso del cáncer de pulmón, el pronóstico es mejor si la persona busca atención médica inmediatamente. Esto significa que el cáncer tendrá menos tiempo para extenderse. El cáncer de pulmón puede desarrollarse sin ninguna causa aparente. Sin embargo, la exposición a determinadas sustancias y ciertos hábitos de vida pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón. Uno de los métodos de prevención más importantes es evitar el tabaquismo y la exposición al humo ajeno. Un estudio estima que el tabaquismo puede ser la causa del 90% de los casos de cáncer de pulmón.

Las personas pueden reducir el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón evitando otros carcinógenos, como el amianto. Los carcinógenos son sustancias químicas que pueden aumentar la probabilidad de que las células se vuelvan cancerosas. Una dieta sana, alcanzar o mantener un peso moderado y hacer ejercicio con regularidad también pueden reducir el riesgo de cáncer de pulmón.

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