Dieta flexitariana: una dieta que es buena para el cuerpo y el planeta

Escrito por Elena Ramos

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Con los avances en los campos científicos, y más específicamente en la nutrición, los seres humanos han comprendido rápidamente que no comen de la manera más saludable y óptima posible.  Muchas investigaciones y estudios científicos recientes han señalado la nocividad de ciertas carnes, en particular las carnes rojas, por varias razones, sobre todo porque la producción y el consumo de este tipo de carne se ha triplicado en los últimos cuatro decenios. A la luz de esta observación, han surgido muchas dietas, otras han recuperado su popularidad, entre ellas la dieta mediterránea, la dieta vegetariana, el veganismo.  La dieta «flexitariana» es una práctica más flexible del vegetarianismo, de ahí su nombre.

La dieta flexitariana: hacer un buen uso de una dieta equilibrada

El flexitarismo es un régimen cuyo principio simple es limitar el consumo de carne y pescado mientras se basa en productos vegetales. Sin embargo, los productos lácteos y los huevos no están limitados. La carne se consume sólo una o dos veces por semana.

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El interés de esta dieta responde a varios estudios como el realizado por la Academia Nacional de los Estados Unidos, que encontró una correlación entre un alto consumo de carne roja y varios tipos de cáncer. De hecho, se cree que un azúcar contenido en la carne roja, llamado Neu5Gc, promueve la inflamación de los tejidos corporales y, por lo tanto, la formación y el desarrollo de células cancerígenas. Otro aspecto perjudicial, esta vez publicado en la revista Cell Metabolism, es la relación entre el consumo de carne y el aumento del endurecimiento de las arterias al inducir al intestino a producir compuestos que aumentan el nivel de colesterol malo en la sangre. Este mecanismo aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

Después del aspecto médico, hay que tener en cuenta el aspecto medioambiental porque la cría de animales requiere muchos dispositivos industriales pesados entre su alimentación y su cuidado. Pero también y sobre todo la emisión de gases de efecto invernadero porque sí, la rumia, los excrementos e incluso los pedos emiten metano, las vacas por sí solas son responsables del 14,5% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo, ¡más que el transporte!

También es una cuestión de ética

Otro argumento de los flexitarianos: el aspecto ético. Los vegetarianos comparten esta misma idea y, en general, la convierten en su punta de lanza diciendo que la cría intensiva de animales se lleva a cabo con métodos desastrosos (confinamiento, hacinamiento durante el transporte, mala alimentación, etc.).

Entre la industrialización y la sobreproducción de alimentos, es cada vez más difícil mantener un estilo de vida saludable respetando la naturaleza. Sin embargo, no es ciencia de cohetes, ten en cuenta que todo lo que entra en tu cuerpo tendrá un impacto en ti y en tu entorno y trata de equilibrar tus necesidades con las de la naturaleza.

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