Dietas que funcionan para prevenir y reducir la enfermedad de Alzheimer

Escrito por Elena Ramos

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Aunque no existe una dieta específica que pueda prevenir o tratar la enfermedad de Alzheimer, los expertos animan a las personas a seguir una dieta equilibrada y nutritiva. Esto significa comer frutas, verduras y cereales integrales y evitar los alimentos ricos en grasas saturadas, azúcar y sal.

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Las investigaciones indican que la dieta mediterránea y el programa MIND (Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay) están relacionados con tasas más bajas de enfermedad de Alzheimer.

Además, los resultados de un estudio sugieren que la dieta cetogénica puede ser beneficiosa para mejorar la función diaria y la calidad de vida de las personas con la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, a diferencia de las dietas mediterránea y MIND, los expertos están preocupados por los efectos secundarios a largo plazo de la dieta cetogénica.

Muchas dietas y suplementos pretenden ser curas milagrosas para la enfermedad de Alzheimer. Es importante señalar que, aunque algunos estudios han demostrado una relación entre la función cognitiva y ciertas dietas o nutrientes, no hay pruebas de que ninguna dieta en particular pueda prevenir o tratar la enfermedad. A continuación se explica cómo la dieta puede afectar a la enfermedad de Alzheimer, qué dietas puede probar una persona y mucho más.

¿La alimentación puede prevenir o ayudar a la enfermedad de Alzheimer?

Dado que los medicamentos para la enfermedad de Alzheimer sólo retrasan ligeramente la progresión de la enfermedad, el médico también puede recomendar otras intervenciones no farmacológicas. Entre ellos, la dieta y la nutrición. Muchos estudios sugieren una relación entre la alimentación y la función cognitiva.

En particular, algunas investigaciones sugieren que las dietas mediterránea y MIND pueden ser beneficiosas para las personas con la enfermedad de Alzheimer. Aunque algunos estudios apoyan el uso de la dieta ceto, puede tener efectos secundarios potencialmente peligrosos. Las personas con enfermedades neurodegenerativas, como el Alzheimer, tienen menos probabilidades de seguir una dieta nutritiva y más probabilidades de estar desnutridas. Los síntomas de la enfermedad pueden hacer que pierdan el apetito, tengan dificultades para tragar y se olviden de comer. Como la dieta ceto puede reducir el apetito de una persona, puede hacer que una persona con estos síntomas esté aún más desnutrida. Es importante señalar que, además de la dieta, otros cambios en el estilo de vida pueden ser beneficiosos para las personas con la enfermedad de Alzheimer.

Los estudios demuestran que el ejercicio, el control de la presión arterial y el entrenamiento cognitivo son importantes para la salud del cerebro. El entrenamiento cognitivo se refiere a actividades, como los crucigramas y los sudokus, que pueden mejorar las funciones intelectuales del cerebro.

La dieta mediterránea

La dieta mediterránea se centra en las frutas, las verduras, el pescado, los cereales integrales, las legumbres y las grasas saludables, como los frutos secos y el aceite de oliva. También incluye cantidades limitadas de carne y aves de corral. Además, limita el consumo de carne roja y anima a utilizar hierbas en lugar de sal. Algunos estudios indican que esta dieta puede ser beneficiosa para las personas que padecen o tienen riesgo de padecer la enfermedad.

Un estudio de 2021 examinó la relación entre la dieta mediterránea y la enfermedad de Alzheimer. Se comparó el grado de cumplimiento de la dieta y se incluyó a una serie de participantes con síntomas que iban desde la ausencia de deterioro cognitivo hasta el deterioro cognitivo leve. Los resultados del estudio indican que una mayor adherencia a la dieta está relacionada con una mejor memoria, una menor acumulación de placas en el cerebro y cierta protección contra la atrofia cerebral. Aunque algunos de estos resultados pueden indicar que la dieta favorece la función cerebral, también muestran que las personas con mejor memoria son más propensas a seguir la dieta.

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La dieta MIND

La dieta MIND es una combinación de la dieta mediterránea y la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension). Aunque los expertos diseñaron la dieta DASH para las personas con presión arterial alta, algunas investigaciones también han demostrado sus posibles beneficios para las personas con la enfermedad de Alzheimer. Los estudios han demostrado que seguir la dieta MIND puede reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer. Por ejemplo, un estudio realizado en 2015 con 923 participantes de entre 58 y 98 años descubrió que los que seguían una dieta MIND tenían menores tasas de Alzheimer. Esta dieta hace hincapié en los alimentos de origen vegetal y limita los alimentos ricos en grasas saturadas y los de origen animal. Se centra especialmente en las bayas y las verduras de hoja verde.

La dieta cetogénica

La dieta cetogénica es rica en grasas y baja en carbohidratos. Aunque los enfoques de esta dieta varían, la mayoría de los protocolos tienen como objetivo mantener los carbohidratos a menos del 10% de la ingesta calórica diaria de una persona. Esto hace que el cuerpo pase de utilizar la glucosa para obtener energía a utilizar la grasa. Los expertos que apoyan el uso de la dieta ceto para la enfermedad de Alzheimer dicen que puede reducir la acumulación de placas en el cerebro. Esta acumulación es uno de los signos de la enfermedad de Alzheimer. Además, la dieta reduce la inflamación, uno de los factores clave de la patología del Alzheimer, que es la fisiología anormal que subyace a la enfermedad.

A pesar de estos beneficios potenciales, la dieta ceto tiene algunos inconvenientes. A diferencia de las dietas nutritivas y equilibradas, como la mediterránea y la MIND, la seguridad a largo plazo de la dieta ceto es cuestionable. Entre los posibles efectos secundarios se encuentran el endurecimiento de las arterias, el deterioro de la función hepática, la reducción de la densidad ósea y los cálculos renales, así como las deficiencias de vitaminas y minerales. Además, la dieta cetogénica puede reducir el apetito, lo que puede ser especialmente perjudicial para las personas con la enfermedad de Alzheimer, ya que son menos propensas a comer una dieta menos nutritiva.

Alimentos para prevenir y reducir la enfermedad de Alzheimer

Una dieta equilibrada, que incluya:

  • frutas
  • verduras
  • granos enteros
  • fuentes de proteínas magras, como las judías, el pescado y las aves de corral
  • productos lácteos.

Alimentos que deben evitarse

Intente evitar o limitar:

  • alimentos ricos en grasas saturadas y colesterol, como la mantequilla y la carne roja
  • con alto contenido de azúcar
  • alimentos con alto contenido en sal

Vitaminas y complementos alimenticios

Múltiples estudios han examinado el valor de los complementos alimenticios para la enfermedad de Alzheimer. A pesar de los primeros indicios de un posible beneficio, ninguna vitamina o suplemento ha demostrado ser eficaz para prevenir la enfermedad.

Los investigadores no han estudiado con suficiente profundidad muchos de los productos del mercado para conocer:

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  • sus efectos en la cognición
  • su seguridad
  • las interacciones con los medicamentos

Varios suplementos tienen beneficios potenciales, pero la investigación que apoya su uso es limitada. Entre ellos se encuentran el DHA, la curcumina y otros.

Ácido docosahexaenoico

Algunas investigaciones apoyan la toma de ácido docosahexaenoico (DHA), un ácido graso omega-3, como suplemento. Sin embargo, una revisión sistemática de 2018 encontró que, aunque los ácidos grasos omega-3 pueden ser beneficiosos para las personas con la enfermedad de Alzheimer muy leve, actualmente no hay pruebas suficientes para apoyar la suplementación con ácidos grasos omega-3 para el tratamiento de la enfermedad.

Curcumina

Los autores de un estudio de 2018 encontraron que la curcumina, un polifenol que se encuentra en la especia cúrcuma, puede tener valor en la prevención y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Los resultados indicaron que la curcumina mantiene la estructura y la función de los vasos sanguíneos del cerebro, lo que puede proteger la función cognitiva. También tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Los suplementos de curcumina son seguros y bien tolerados, pero su absorción es deficiente. Para solucionar este problema, los investigadores están estudiando nuevas fórmulas de suplementos de curcumina.

Contactar con un médico para prevenir y controlar mejor la enfermedad de Alzheimer

Los cambios en el cerebro se producen años antes de que aparezcan los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer. Esto sugiere que existe una ventana de oportunidad en la que los hábitos de vida pueden ayudar a retrasar o prevenir la enfermedad. Las personas que estén preocupadas por el riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer pueden consultar a un médico. El médico puede evaluar los factores de riesgo de una persona y hacer recomendaciones dietéticas adecuadas.

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