Señales de advertencia del cáncer de seno que debes tener en cuenta

Escrito por Elena Ramos

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Ciertos cambios en los senos pueden ser señales de advertencia de cáncer de seno. Conocer el aspecto de estos cambios puede ayudar a las personas a recibir el tratamiento adecuado lo antes posible.

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Conocer las diferentes partes del seno y su función puede ayudar a las personas a ser más conscientes de cualquier cambio o anomalía. Este artículo examina las señales de advertencia del cáncer de seno, quiénes están en riesgo y qué hacer si se detectan una o más de estas señales.

Primeras señales

Cuando la mayoría de la gente piensa en la detección del cáncer de seno, cree que se trata de un bulto en el seno. Esta es una posible señal de alarma, pero no es la única. También es posible que no sea el primero en desarrollarse.

Otras señales comunes del cáncer de seno son:

  • bultos dentro del seno o en la zona de la axila
  • cambios en el tamaño y la forma del seno
  • dolor en una zona específica que no desaparece
  • venas prominentes en la superficie del seno
  • secreción del pezón que comienza repentinamente
  • una llaga o erupción en el pezón
  • hinchazón, enrojecimiento u oscurecimiento del seno
  • acolchado de la piel del seno
  • Inversión del pezón o de otras partes del seno.

Sin embargo, estos mismos cambios son a menudo el resultado de afecciones mamarias benignas. No significan necesariamente que haya cáncer. Pero si una persona nota estos cambios, debe acudir a un médico para asegurarse. Hay diferentes tipos de cáncer de seno, y pueden afectar a las personas de diferentes maneras.

Señales específicas del cáncer de seno inflamatorio

Se trata de un tipo de cáncer raro pero agresivo que puede manifestarse de forma diferente a otros tipos.

Los síntomas incluyen:

  • hinchazón
  • enrojecimiento
  • un aspecto rosado, rojizo-púrpura
  • piel estriada o sensible
  • en algunos casos, un tumor palpable
  • un rápido aumento del tamaño del seno
  • pesadez y sensibilidad en el seno
  • una sensación de ardor
  • un pezón invertido
  • Ganglios linfáticos inflamados en la clavícula o la axila.

El cáncer de mama inflamatorio suele aparecer a una edad más temprana que otros tipos de cáncer. Puede parecer una infección, un traumatismo u otro problema.

¿Es un cáncer?

Las mismas señales de advertencia del cáncer pueden significar también otras afecciones benignas. Por lo tanto, es importante saber qué señales pueden indicar cáncer y cuáles no.

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Bultos

No es inusual tener senos abultados, ya que el tejido mamario suele tener una textura abultada. Los bultos pueden variar considerablemente y no siempre son un signo de cáncer, especialmente si la sensación es la misma en ambas mamas.

Sin embargo, una persona debe consultar a su médico si nota:

  • cambios en la textura de las mamas que no se deben al ciclo menstrual
  • un bulto más duro que se siente diferente al resto de la mama
  • un bulto que no está presente en la otra mama.

Bultos que son cancerosos:

  • suelen tener bordes irregulares
  • suelen ser indoloras
  • suelen ser duros

Sin embargo, el bulto también puede ser blando, redondo y sensible.

Las mujeres tienden a buscar consejo médico cuando están preocupadas por un nuevo bulto. Sin embargo, es posible que no haya ningún bulto, o que el bulto sea demasiado pequeño para sentirlo. De hecho, una mamografía u otro método de detección puede ser la primera señal de un bulto. Si la mamografía revela un bulto, el médico puede sugerir otras pruebas, como una ecografía o una biopsia, para confirmar el diagnóstico.

Las condiciones benignas que pueden causar bultos o protuberancias incluyen:

  • quistes
  • fibroadenoma
  • calcificaciones
  • mastitis

Los fibroadenomas están formados por tejido glandular y conectivo. Son muy comunes y no son cancerosos. La mayoría de los tipos no aumentan el riesgo de cáncer de mama. Los fibroadenomas pueden medir hasta 2,5 cm de diámetro y tener una textura suave y gomosa. También pueden moverse bajo la piel.

Secreción del pezón

La secreción del pezón puede ser el resultado de lo siguiente:

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  • presión en los pezones
  • una infección

Una persona debe acudir a su médico si tiene:

  • una descarga que se produce sin apretar el pezón
  • un flujo en un pecho y no en el otro
  • una secreción que contiene sangre

Tanto si la secreción está relacionada con el cáncer como si no, puede ser necesario tratarla.

Cambios normales en los senos

Los cambios hormonales pueden producirse en diferentes etapas de la vida, y éstos pueden dar lugar a bultos, cambios de forma y otros cambios que no se deben al cáncer. Por ejemplo, la pubertad, el embarazo y la menopausia pueden provocar cambios en los senos debido a la variación de los niveles de estrógeno y progesterona en el organismo.

Factores de riesgo

Algunas mujeres son más propensas que otras a desarrollar cáncer de seno. Si notan alguno de los síntomas anteriores, deben asegurarse de buscar atención médica.

Los factores que aumentan el riesgo son:

  • antecedentes personales de cáncer de mama o de una lesión de alto riesgo
  • factores genéticos, como la mutación BRCA 1 o BRCA 2
  • exposición a la radiación torácica en la infancia

Cada caso es diferente. Conocer los antecedentes personales o familiares de cáncer de mama y comentarlos con el médico puede ayudar a una persona a saber qué debe buscar.

Qué hacer si se notan los síntomas

Cualquier persona que note un cambio en su seno que se desarrolle sin una causa clara debe acudir al médico, especialmente si los cambios afectan a un solo seno. En muchos casos, los exámenes de rutina revelarán cualquier cambio significativo. El cáncer de mama es muy tratable si se diagnostica a tiempo. Las revisiones periódicas pueden ayudar.

Anatomía de los senos y riesgo de cáncer

Conocer las diferentes partes del seno puede ayudar a entender cómo se forma y se propaga el cáncer.

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Un seno se compone de:

  • grasa corporal (tejido adiposo)
  • lóbulos
  • lobulillos
  • conductos lácteos
  • ganglios linfáticos
  • vasos sanguíneos

Tejido adiposo

El seno femenino está formado principalmente por tejido adiposo, o grasa corporal. El tejido adiposo se extiende desde la clavícula hasta la axila y luego hasta la caja torácica. El tejido adiposo también contiene células nerviosas y vasos sanguíneos. Es importante para el almacenamiento y la liberación de energía.

Lóbulos, lobulillos y conductos lácteos

El seno femenino suele tener entre 12 y 20 secciones llamadas lóbulos. Cada una de ellas está formada por zonas más pequeñas de glándulas mamarias, llamadas lobulillos. Los conductos lácteos conectan los lóbulos y los lobulillos y llevan la leche al pezón. El cáncer de mama es más probable que afecte a los lóbulos, los lobulillos y los conductos lácteos.

Sistema linfático y vascular

Existe un sistema linfático y vascular dentro del seno. El sistema vascular está formado por vasos sanguíneos y el sistema linfático por conductos linfáticos. Estos dos sistemas trabajan conjuntamente para transportar la sangre y los fluidos hacia y desde el tejido mamario al resto del cuerpo. Si el cáncer de mama entra en estos sistemas, puede extenderse por todo el cuerpo, aumentando el riesgo de propagación o recurrencia. Los ganglios linfáticos son grupos de células con forma de frijol que se encuentran en todo el sistema linfático. Son células inmunitarias que actúan como filtros. Son el primer lugar en el que el cáncer de mama es probable que se extienda.

Resumen

Con las opciones de tratamiento actuales, una persona diagnosticada con cáncer de mama en una fase temprana tiene un 99% de posibilidades de vivir a los 5 años. Para garantizar un diagnóstico precoz, es importante reconocer cualquier cambio en la mama y plantear las preocupaciones a su médico. La mayoría de los cambios en la mama no indican cáncer, pero siempre merece la pena comprobarlo.

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