Hipertensión: las bacterias orales aumentan la presión arterial

Escrito por Elena Ramos

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Las personas con hipertensión arterial tienen un mayor riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares y enfermedades cardíacas. Los investigadores de un nuevo estudio han encontrado una relación entre ciertos tipos de bacterias orales y el riesgo de presión arterial alta en personas que han pasado por la menopausia. Los investigadores asocian bacterias específicas tanto con la presión arterial de base como con el riesgo de desarrollar hipertensión. El estudio se publica en el Journal of the American Heart Association.

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Hipertensión y microbioma

La presión arterial es la presión que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Es normal que la presión arterial suba y baje durante el día, pero si se mantiene alta, puede provocar problemas de salud. Una persona con presión arterial alta tiene más probabilidades de sufrir un derrame cerebral o desarrollar una enfermedad cardíaca. Esta afección es especialmente frecuente en las personas mayores y en las mujeres.

Los investigadores señalaron que, aunque existen enfoques basados en la evidencia para prevenir y reducir la hipertensión, ésta sigue estando muy extendida. Por ello, se está investigando para entender por qué las personas desarrollan hipertensión y cómo abordarla.

Según los científicos, la relación entre el microbioma y el riesgo de hipertensión merece más estudios. El microbioma es un conjunto de microbios, principalmente bacterias, que viven dentro y sobre el cuerpo de una persona. Los científicos están encontrando cada vez más pruebas de que el microbioma desempeña un papel en el mantenimiento de la buena salud. Hay pruebas de que el microbioma intestinal afecta al riesgo de hipertensión de una persona. En el presente estudio, sin embargo, los investigadores se centraron en el microbioma oral y su relación con el riesgo de hipertensión.

Más de 1.000 participantes

Los investigadores examinaron los datos de 1.215 mujeres posmenopáusicas, que tenían una edad promedio de 63 años cuando se inscribieron en el estudio entre 1997 y 2001. Al inscribirse, los investigadores tomaron muestras de sus bacterias orales por debajo de la línea de las encías y midieron su presión arterial. Al principio del estudio, el 40% de los participantes tomaba medicación para la hipertensión. Aproximadamente la mitad de los participantes que no tenían hipertensión o no recibían tratamiento para ella al inicio del estudio fueron diagnosticados de hipertensión y tratados durante el seguimiento promedio de 10 años.

Relación entre las bacterias y la hipertensión

Tras analizar las muestras de bacterias orales, los investigadores identificaron 10 especies que asociaron con un mayor riesgo de hipertensión, que oscilaba entre un 10% y un 16% de aumento. Los investigadores también encontraron una relación entre cinco bacterias y un riesgo de hipertensión entre un 9 y un 18% menor. Con la excepción de dos bacterias, estos resultados se mantuvieron incluso cuando los investigadores controlaron la edad y otros factores de confusión clínicos y de estilo de vida.

Los mecanismos exactos por los que determinadas bacterias orales podrían influir en la presión arterial, para bien o para mal, no están del todo claros. Los científicos plantean la hipótesis de la capacidad de ciertas bacterias orales para convertir el nitrato de la dieta en nitrito, que luego se convierte en el intestino en óxido nítrico, una potente sustancia química responsable de relajar y dilatar las arterias.

Además, las bacterias orales pueden salir de la boca y viajar por el torrente sanguíneo a otras partes del cuerpo. Uno de esos lugares donde se han encontrado bacterias orales es en la pared arterial, encapsuladas en placas ateroscleróticas. La aterosclerosis hace que las arterias se endurezcan, lo que provoca un aumento de la presión arterial. Por tanto, es posible que exista una relación entre las bacterias orales y la aterosclerosis arterial.

«Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que nuestro descubrimiento se haya producido por casualidad. Será importante saber si otros estudios que examinen esta cuestión encuentran resultados coherentes o diferentes», dijo el profesor LaMonte.

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Para mantener un microbioma oral saludable, debe asegurarse de:

  • cepillarse dos veces al día con una pasta de dientes con flúor
  • usar la seda dental a diario
  • llevar una dieta saludable con un número limitado de bebidas y aperitivos azucarados
  • Visitar regularmente al dentista para la prevención y el tratamiento de las enfermedades bucodentales.

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