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Agua del grifo, esto es lo que realmente bebemos: el estudio, todo lo que no sabíamos
¿Cuántos de nosotros bebemos agua del grifo? Muchas, muchas personas. Pero, ¿sabemos lo que estamos bebiendo? No siempre.
Las normas, reglamentos y medidas legislativas adoptadas en muchos países, tienen por objeto garantizar que en cada hogar, escuela, comunidad y en cada entorno productivo se disponga de agua potable en cantidades adecuadas, con continuidad de suministro y costes sostenibles para los consumidores.
Así, las características que debe tener el agua para ser definida como potable: debe ser incolora, sin sabor, sin olor y libre de partículas en suspensión (clara y transparente). Estas características se definen como organolépticas. Además, el agua potable no debe contener microorganismos, parásitos ni sustancias químicas en cantidades tales que representen un peligro potencial para la salud.
El agua es fundamental para el ser humano, porque contiene elementos esenciales que el cuerpo no es capaz de producir por sí mismo, como el boro, el selenio, el flúor, el cromo y el cobre. Es importante que los adultos beban al menos 2 litros de agua al día, especialmente cuando hace calor y después de una actividad física intensa.
Y de nuevo, datos sorprendentes: «Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (Istat) el volumen de agua extraída para beber de las fuentes de abastecimiento en Italia equivale a una cantidad diaria por persona de 428 litros, la más alta de la Unión Europea. Más del 40% del volumen de agua extraída no llega al grifo, debido a las dispersiones en la red causadas por las tuberías viejas y el mal mantenimiento», en resumen, el problema crónico de la dispersión del agua.
Después el marco normativo. La legislación vigente establece que la higiene y la pureza del agua deben garantizarse hasta el punto final de consumo, normalmente el grifo doméstico, o el punto de suministro industrial. Los métodos para el análisis de los parámetros son establecidos por el Istituto Superiore di Sanità (Iss). En caso de que una Autoridad Sanitaria Local encuentre incumplimientos en el agua, comunica los resultados al proveedor y puede proponer al alcalde, si es necesario, cualquier medida de precaución para proteger la salud pública.
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