Síndrome metabólico: ¿tiene usted un perfil de riesgo?

Escrito por Elena Ramos

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El síndrome metabólico no es una enfermedad. Se trata de una serie de problemas de salud relacionados con el sobrepeso que aumentan seriamente el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, enfermedades cardíacas, angina de pecho, infarto de miocardio e ictus. Las personas con síndrome metabólico tienen entre tres y cinco veces más probabilidades de sufrir un infarto que la población normal.

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¿Tiene usted un síndrome metabólico?

  • ¿Tiene sobrepeso, principalmente en la zona del estómago?
  • ¿Tiene demasiada grasa (triglicéridos/LDL) en la sangre?
  • ¿Tiene niveles bajos de colesterol bueno (HDL) en la sangre?
  • ¿Tiene la presión arterial alta?
  • ¿Tiene demasiado azúcar (glucosa) en la sangre (intolerancia a la glucosa)?

Si ha respondido afirmativamente al menos a 3 de estas preguntas, es posible que padezca el síndrome metabólico, que aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares o diabetes. Acude al médico de inmediato.

Obesidad abdominal: el origen del problema

La obesidad abdominal (localizada en el vientre) suele denominarse el «motor» del síndrome metabólico. Libera más ácidos grasos en el torrente sanguíneo, aumenta la presión arterial e impide el trabajo de la insulina (resistencia a la insulina). La insulina es la hormona que permite que el azúcar consumido salga del torrente sanguíneo tan rápidamente como entra en él para proporcionar energía a las células. También es la insulina la que evita que el hígado produzca demasiado azúcar cuando se está en ayunas. La resistencia a la insulina se produce cuando una cantidad normalmente suficiente de insulina no puede hacer llegar el azúcar a las células. Por lo tanto, el cuerpo produce más insulina para hacer el mismo trabajo. El factor central del síndrome metabólico es la «resistencia a la insulina».

La resistencia a la insulina también tiene otras consecuencias negativas: puede provocar diabetes y aumentar los niveles de grasa en sangre (hiperlipidemia) y la presión arterial.

La diabetes, la hiperlipidemia (exceso de grasas o lípidos en la sangre) y la hipertensión arterial se consideran los principales factores de riesgo de la arteriosclerosis, un endurecimiento de las arterias que puede provocar una obstrucción y un accidente cerebrovascular.

Dieta y actividad física: los mejores escudos

La prevención y el tratamiento del síndrome metabólico consisten esencialmente en volver a un peso saludable. Incluso una modesta pérdida de peso (5-10% del peso corporal) tiene efectos beneficiosos:

  • Mejora de la capacidad de trabajo de la insulina, por lo que se controlan mejor los niveles de azúcar en sangre.
  • Normalización de la cantidad de lípidos/grasas que circulan en la sangre.
  • Disminución de la presión arterial.

Aumente su actividad física a 60 minutos al día: dos paseos de 10 minutos, 20 minutos de jardinería y 20 minutos de estiramientos, bicicleta o baile. Cada actividad cuenta, no importa lo larga o intensa que sea.

Coma verduras, frutas y alimentos ricos en fibra con más frecuencia y alimentos ricos en grasa con menos frecuencia. Toma porciones más pequeñas en las comidas. Una dieta variada y equilibrada que incluya opciones saludables es la mejor manera de mantener una buena salud.

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