Enfermedad de Alzheimer: los 5 alimentos que previenen y retardan su evolución

Escrito por Elena Ramos

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La enfermedad de Alzheimer llega a ser una amenaza real para las sociedades occidentales, tiene una esperanza de vida cada vez mayor y refleja una alimentación a menudo poco saludable. Como actualmente no existe un tratamiento verdaderamente eficaz para frenar la enfermedad, la prevención desempeña un papel absolutamente esencial.

Una buena forma de prevenir o limitar la aparición de esta enfermedad es comer ciertos alimentos con frecuencia. La mayoría de ellas forman parte de la dieta mediterránea. Un estudio publicado en la revista especializada Frontiers of Nutrition ha demostrado que esta dieta ayuda a reducir el declive cognitivo y la aparición de la enfermedad de Alzheimer. También mejoró las funciones cognitivas. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores revisaron 18 estudios publicados sobre este tema entre 2000 y 2015. Según los investigadores, el efecto de la dieta mediterránea en la memoria fue particularmente significativo. Científicos de Australia también observaron que es posible iniciar esta dieta a cualquier edad para beneficiarse de un efecto favorable sobre la función cerebral.

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Aquí hay 5 alimentos científicamente probados para prevenir, al menos parcialmente, la enfermedad de Alzheimer.

  1. Peces de agua salada y omega-3/omega-6

Sabemos que el pescado contiene un alto número de omega-3. Estas sustancias, que son esenciales para el correcto funcionamiento del cerebro, se encuentran en grandes cantidades en peces de agua salada como el salmón y las sardinas. Se ha demostrado que los ácidos grasos omega-3 tienen acciones antiamiloideas (contra las placas amiloideas, una causa probable de la enfermedad de Alzheimer), anti-tau (contra la proteína tau, otra posible causa de la enfermedad) y antiinflamatorias en el cerebro de los animales. Además de omega 3, estos peces también contienen selenio, que ayuda a mejorar la función cognitiva. Un estudio realizado por la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) sobre 260 personas mostró que los peces aumentaban el volumen de la masa gris en el cerebro. Una región responsable de la memorización y el aprendizaje. Sin embargo, tenga cuidado de no freír el pescado, ya que puede perder sus propiedades nutricionales.

Para el buen funcionamiento del cerebro se recomiendan especialmente los siguientes pescados: los pescados grasos como las sardinas, los arenques y las anchoas, así como otros pescados grandes como el salmón, la trucha, el atún y la caballa. También es posible consumir omega-3 y omega-6 mediante el consumo de suplementos alimenticios. El efecto fisiológico de los omega-3 según un estudio publicado en mayo de 2017, las imágenes del cerebro que utilizan la tecnología SPECT mostraron un aumento del flujo sanguíneo en las regiones del cerebro asociadas con la memoria y el aprendizaje en las personas con niveles más altos de omega-3.

Este estudio es un gran paso adelante para demostrar la importancia de las intervenciones nutricionales para la salud del cerebro utilizando las últimas técnicas de imagen médica. El estudio fue publicado en el Journal of Alzheimer’s Disease. Consejo práctico de nutrición: comer pescado al menos una vez a la semana, si es posible más (3 veces a la semana sería ideal).

  1. Las verduras de hoja verde

Esta familia de alimentos incluye la ensalada y sus diferentes variedades, rúcula, mostaza (hojas), col o espinaca. Según un estudio llamado Mind, las personas que consumieron de 1 a 2 porciones de hojas verdes diariamente vieron sus funciones cognitivas rejuvenecerse a los 11 años. Este estudio tuvo 950 participantes. Es importante comer verduras de hoja verde frescas para que puedan retener todas sus moléculas con propiedades nutritivas como la vitamina K o el betacaroteno. Consejo práctico de nutrición: Lo ideal es comer una porción de verduras de hoja verde al día.

  1. Frutas rojas

Las frutas rojas como las frambuesas, las fresas, los arándanos y muchas bayas contienen un alto número de antocianinas. Estas moléculas tienen acciones antioxidantes y neuroprotectoras. Un estudio de la Universidad de Harvard demostró que consumir 2 o 3 porciones de frutas rojas por semana rejuveneció las funciones cognitivas de los participantes en este estudio de 2 años y medio. Consejo práctico de nutrición: Lo ideal es que se recomienden de 2 a 3 porciones de fruta roja (o bayas) por semana. No olvides lavar bien toda la fruta para eliminar los pesticidas y otros productos tóxicos, y si es posible, elige fruta orgánica.

  1. Nueces

Las oleaginosas como las nueces, las avellanas o las almendras actúan como un verdadero «aceite de motor» para el cerebro debido a su alta concentración de grasas vegetales como el omega-3. Según este estudio publicado el 11 de mayo de 2015 en la revista especializada JAMA Internal Medicine, el consumo de más nueces y aceite de oliva aumentó el rendimiento cerebral de los ancianos al retrasar el declive cognitivo. Las nueces y el aceite de oliva son elementos esenciales de la dieta mediterránea. Consejo práctico de nutrición: consuma 30g de nueces (incluyendo almendras) por día. Una nuez particularmente recomendada es la nuez de Brasil, que también es rica en selenio.

  1. Aceite de oliva extra virgen

Como vimos en el punto 4. anterior, un reciente estudio español ha demostrado su utilidad para el buen funcionamiento del cerebro. En particular, el aceite de oliva es rico en ácido oleico, un ácido graso de gran importancia nutricional. Otras moléculas que se encuentran en el aceite de oliva también tienen una acción antioxidante. El origen del efecto del aceite de oliva y las nueces en el cerebro para su correcto funcionamiento estaría relacionado con la capa de mielina que rodea y protege las neuronas. Para asegurar el buen funcionamiento de las capas de mielina, el cerebro necesita grasas de calidad de la dieta, como es el caso de las nueces y el aceite de oliva.

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