Cáncer de hígado: signos y síntomas de advertencia

Escrito por Lina Rodríguez Fernandez

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Detectar el cáncer de hígado a tiempo

Generalmente, el cáncer de hígado se establece de dos maneras diferentes. Primero, cuando el hígado ya está debilitado por la cirrosis alcohólica o la hepatitis viral. La enfermedad se diagnostica en la mayoría de los casos durante el seguimiento médico de rutina. Además, es posible que una persona perfectamente sana sea víctima de esta enfermedad. Entonces es más difícil detectar los síntomas, ya que aparecen tarde y no siempre corresponden a la manifestación del cáncer. Sólo se puede hacer un diagnóstico fiable después de una serie de pruebas.

El diagnóstico de la enfermedad, en particular del cáncer y del estado del hígado, es necesario para poder administrar el tratamiento más adecuado.

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¿Cuáles son las circunstancias que pueden llevar a sospechar de un cáncer de hígado?
Aquí veremos las dos posibilidades anteriores, es decir, el caso de las personas que ya tienen un problema con el órgano en cuestión, el hígado, y los que están ilesos.

 

Para una persona con una enfermedad crónica

En este caso, el cáncer de hígado se suele diagnosticar durante un examen para controlar la enfermedad hepática. Los pacientes con cirrosis alcohólica o hepatitis deben hacerse una ecografía del órgano cada 6 meses. El objetivo es averiguar cómo progresa el estado del hígado. Es durante estos exámenes que se acostumbra a observar una masa sospechosa.

Para una persona aparentemente sana

Es muy posible que el cáncer de hígado sea asintomático durante bastante tiempo. E incluso si aparecen algunos síntomas, como la fatiga o los problemas digestivos, es difícil relacionarlos con la enfermedad.

 

Los síntomas más comunes

Sin embargo, hay algunas señales que pueden ser tomadas en serio por el médico para que se puedan llevar a cabo más investigaciones. Esto es particularmente el caso cuando se detecta una masa en el órgano. Habrá que tener en cuenta otros síntomas como la pérdida de apetito o las náuseas. Lo mismo se aplica al aumento de la bilirrubina, también llamada ictericia, que da al blanco de los ojos y a la piel un color amarillo. El picor también puede aparecer en la piel, se llama prurito. Además, puede producirse ascitis o la efusión de líquido que hace que el vientre se hinche.

Finalmente, en el caso de cirrosis avanzada, el paciente experimentará temblores y será propenso a la confusión. Estos casos pueden llevar al médico a realizar un ultrasonido o un análisis de sangre. El análisis de sangre mostrará cómo funciona el hígado y el ultrasonido detectará cualquier nódulo. Aún se tendrán que hacer más pruebas para determinar si se trata de un cáncer.

 

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¿Cómo se diagnostica el cáncer de hígado?

Después del ultrasonido y la aparición de nódulos, se realizará una tomografía computarizada para confirmar que el cáncer es el diagnóstico correcto. Además, se utilizará un análisis de sangre para medir la alfa-fetoproteína, que es la sustancia en la sangre que prueba el cáncer de hígado.

Por último, será necesario determinar el estado del hígado para iniciar los tratamientos adecuados y así evitar posibles complicaciones futuras.

 

Fuentes: Traducido de Presse Santé

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