Salud de los adultos mayores: cómo prevenir y detectar la desnutrición
La desnutrición es un grave problema de salud para los adultos mayores. He aquí las señales de alarma y cómo ayudar a una persona mayor a evitar una mala alimentación.

Una buena nutrición es esencial para la salud y el bienestar general, pero muchos adultos mayores corren el riesgo de sufrir una nutrición inadecuada. Como hijo adulto o cuidador, puede conocer las señales y los riesgos de la desnutrición y cómo promover una dieta rica en nutrientes.
Problemas causados por la desnutrición
La desnutrición en los adultos mayores puede conducir a una variedad de problemas de salud, incluyendo:
- un sistema inmunitario débil, que aumenta el riesgo de infecciones
- Mala cicatrización de las heridas
- Debilidad muscular y disminución de la masa ósea, lo que puede provocar caídas y fracturas
- Mayor riesgo de hospitalización
- Mayor riesgo de muerte
Factores que contribuyen a la desnutrición
Las causas de la desnutrición pueden parecer sencillas: muy poca comida o una dieta pobre en nutrientes. En realidad, la desnutrición suele estar causada por una combinación de problemas físicos, sociales y psicológicos. Por ejemplo, la desnutrición suele estar causada por una combinación de problemas físicos, sociales y psicológicos:
Cambios normales relacionados con la edad
Los cambios en el gusto, el olfato y el apetito suelen disminuir con la edad, lo que hace más difícil disfrutar de la comida y mantener los hábitos alimentarios regulares.
Enfermedad
La inflamación y las enfermedades relacionadas con la enfermedad pueden contribuir a la disminución del apetito y a los cambios en la forma en que el cuerpo procesa los nutrientes.
Deterioro de la capacidad de comer
La dificultad para masticar o tragar, la mala salud dental o la capacidad limitada para manipular los platos pueden contribuir a la desnutrición.
Demencia
Los problemas de comportamiento o de memoria asociados a la enfermedad de Alzheimer o a la demencia relacionada con ella pueden hacer que se olviden de comer, que no compren o que tengan otros hábitos alimentarios irregulares.
Medicamentos
Algunos medicamentos pueden afectar al apetito o a la capacidad de absorción de nutrientes.
Dietas restringidas
Las restricciones dietéticas para controlar las condiciones médicas, como los límites de sal, grasa o azúcar, también pueden contribuir a una alimentación inadecuada.
Ingresos limitados
Las personas mayores pueden tener dificultades para comprar, sobre todo si toman medicamentos caros.
Reducción del contacto social
Las personas mayores que comen solas pueden no disfrutar de las comidas tanto como antes y perder el interés por cocinar y comer.
Acceso limitado a los alimentos
Los adultos con movilidad limitada pueden no tener acceso a los alimentos o a los tipos de alimentos adecuados.
Depresión
El dolor, la soledad, la mala salud, la falta de movilidad y otros factores pueden contribuir a la depresión, lo que lleva a la pérdida de apetito.
El alcoholismo
Un exceso de alcohol puede interferir con la digestión y la absorción de nutrientes. El abuso del alcohol puede conducir a malos hábitos alimenticios y a malas decisiones nutricionales.
Control de la nutrición y prevención de la desnutrición
Como cuidador o hijo adulto de un adulto mayor, puede tomar medidas para vigilar la salud nutricional, controlar la pérdida de peso y abordar los factores de riesgo de desnutrición. Considere lo siguiente:
Monitor de peso
Ayude a la persona mayor a controlar su peso en casa. Lleva un registro semanal. Los cambios en la talla de la ropa también pueden indicar una pérdida de peso.
Observa sus hábitos
Compartir las comidas en casa, o durante las comidas en un hospital o centro asistencial, para observar los hábitos alimentarios. Anote los tipos y las cantidades de alimentos ingeridos.
Lleve un registro de los medicamentos
Mantenga un registro de todos los medicamentos, la razón de cada uno de ellos, las dosis, los programas de tratamiento y los posibles efectos secundarios.
Ayuda en la planificación de las comidas
Planificar comidas saludables o prepararlas con antelación. Ayudar a preparar la lista de la compra o hacer las compras juntos. Ayudar a tomar decisiones de compra que ahorren dinero.
Organizar eventos sociales en torno a las comidas
Pase a la hora de las comidas o invite a la persona mayor a su casa para comer ocasionalmente.
Fomentar la actividad física regular
El ejercicio diario, aunque sea ligero, puede estimular el apetito y fortalecer los huesos y los músculos.
Mejorar la nutrición
Las estrategias a la hora de comer para ayudar a un adulto mayor a mantener una dieta saludable y buenos hábitos alimenticios incluyen:
Alimentos ricos en nutrientes
Planifica las comidas con alimentos ricos en nutrientes, incluyendo una variedad de frutas y verduras frescas, cereales integrales, pescado y carnes magras.
Hierbas y especias
Utilice hierbas y especias para dar sabor a las comidas y aumentar el interés de los alimentos. Experimente para encontrar sus alimentos favoritos.
Aperitivos saludables
Incluya tentempiés ricos en nutrientes entre las comidas con fruta, verduras o productos lácteos bajos en grasa.
Suplementos nutricionales
Utilizar suplementos nutricionales para ayudar a la ingesta de calorías. Añade claras de huevo a las comidas para aumentar las proteínas sin añadir grasas saturadas.
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