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Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. Las dietas ricas en sodio aumentan el riesgo de hipertensión arterial y enfermedades cardiovasculares. Con el consumo generalizado de alimentos procesados, a muchas personas les resulta difícil limitar su consumo de sodio. Un estudio acaba de revelar que, en las mujeres, una dieta rica en potasio puede contrarrestar los efectos de una dieta rica en sodio y reducir la presión arterial. En los hombres, en cambio, los alimentos ricos en potasio no tiene ningún efecto significativo.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de muerte en todo el mundo y se cobran unos 17,9 millones de vidas al año. Los principales factores de riesgo son la hipertensión arterial, el colesterol alto y el tabaquismo, pero la dieta también es un factor que contribuye.
En general, se considera que una dieta rica en sodio aumenta el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares e hipertensión arterial. Los alimentos procesados, especialmente los ultraprocesados, suelen contener altos niveles de sal, lo que dificulta a muchas personas el control de su consumo de sodio. Un estudio holandés, publicado en la revista European Heart Journal, descubrió que las mujeres pueden combatir los efectos del sodio adoptando una dieta rica en potasio, lo que podría reducir su riesgo de ECV. El estudio, que es una cohorte amplia y bien realizada, se inició en la década de los 90, lo que dista mucho de la situación actual: nuestro entorno alimentario y las fuentes de sodio en la dieta han cambiado significativamente desde entonces. Los autores también reconocen que sacar una conclusión con impacto clínico a partir de una muestra de orina de 24 horas es una limitación importante.
Efecto más fuerte en las mujeres
El estudio a gran escala incluyó a casi 25.000 participantes del estudio EPIC-Norfolk en el Reino Unido. La edad de los participantes oscilaba entre los 40 y los 79 años, con un promedio de 59 años para los hombres y 58 años para las mujeres. Al inicio del estudio, todos los participantes completaron un cuestionario sobre su estilo de vida. Después, los investigadores les midieron la presión arterial y les tomaron una muestra de orina. Estimaron la ingesta dietética de sodio y potasio midiendo los niveles de orina de estos dos minerales. Los investigadores analizaron el efecto de la ingesta de potasio sobre la presión arterial, tras ajustar la edad, el sexo y la ingesta de sodio.
En las mujeres, encontraron una correlación negativa entre la ingesta de potasio y la presión arterial sistólica (PAS), a medida que la ingesta aumentaba, la PAS disminuía. El efecto fue mayor en las mujeres con mayor consumo de sodio. En las mujeres con una ingesta elevada de sodio, cada aumento de 1 gramo de potasio diario se asoció a una disminución de 2,4 milímetros de mercurio (mm/Hg) en la PAS. Una disminución de la PAS de poco más de 1 mm/Hg no es clínicamente significativa en la práctica. Lo que esto indica es que la ingesta de sodio no es el único factor en el que deberíamos centrarnos para prevenir la ECV, y que los enfoques nutricionales personalizados son esenciales para lograr resultados de salud óptimos», concluyó el profesor Spector, que dirigió el estudio. Los investigadores no encontraron ninguna relación entre el consumo de potasio y la presión arterial en los hombres.
Alimentos ricos en potasio
La OMS recomienda que los adultos consuman 3510 miligramos (mg) de potasio y no más de 2000 mg de sodio al día. La mayoría de los adultos consumen actualmente demasiado sodio y muy poco potasio en su dieta.
Para aumentar la ingesta de potasio, la persona debe incluir en su dieta alimentos ricos en potasio.
Estos incluyen:
- plátanos
- batatas
- Frutos secos, como pasas, albaricoques y ciruelas pasas
- judías, guisantes y lentejas
- mariscos
- aguacates
El profesor Spector aconsejó: «Creo que el consejo que deberíamos dar es aumentar los alimentos vegetales integrales, que son naturalmente ricos en potasio, como los aguacates, las legumbres, las alcachofas, las remolachas y los albaricoques, y reducir al mínimo los alimentos ultraprocesados, que suelen ser muy ricos en sodio».
Enfermedades cardiovasculares
Los investigadores siguieron a los participantes después de una mediana de 19,5 años, y los últimos registros datan de marzo de 2016. Durante este periodo, el 55% fueron hospitalizados o murieron debido a enfermedades cardiovasculares. Los investigadores buscaron cualquier asociación entre el potasio dietético y los eventos cardiovasculares, después de controlar la edad, el sexo, el índice de masa corporal, la ingesta de sodio, el uso de fármacos hipolipemiantes, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la diabetes y los antecedentes de infarto o accidente cerebrovascular.
Descubrieron que, en general, las personas con las mayores ingestas de potasio tenían un riesgo 13% menor de sufrir eventos cardiovasculares que las que tenían las ingestas más bajas. Analizados por separado, los consumos elevados de potasio redujeron el riesgo en un 7% en los hombres y en un 11% en las mujeres. El sodio en la dieta no influyó en la relación entre el potasio y la ECV.
Los resultados sugieren que el potasio ayuda a mantener la salud del corazón, pero que las mujeres se benefician más que los hombres. La relación entre el potasio y los eventos cardiovasculares fue la misma independientemente de la ingesta de sal, lo que sugiere que el potasio tiene otras formas de proteger el corazón además de aumentar la excreción de sodio.
¿Otra forma de proteger la salud cardiovascular?
Aunque el mayor consumo de potasio tuvo el mayor efecto en las mujeres con una dieta alta en sodio, el consejo actual es limitar el consumo de sodio. La reducción de la ingesta de sodio por sí sola no conduce a una dieta más saludable, simplemente intenta reducir el riesgo mediante la eliminación de un solo componente de la dieta, lo que es demasiado reduccionista.
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