9 síntomas que demuestran que tienes el síndrome del intestino irritable

Escrito por Elena Ramos

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El síndrome del intestino irritable (SII) afecta a entre el 6 y el 18% de las personas en todo el mundo. La enfermedad implica cambios en la frecuencia o la forma de las deposiciones y dolor en la parte baja del abdomen. La dieta, el estrés, la falta de sueño y los cambios en las bacterias intestinales pueden desencadenar los síntomas. Sin embargo, los desencadenantes son diferentes para cada persona, por lo que es difícil identificar los alimentos o factores de estrés específicos que debe evitar quien sufre este trastorno. En este artículo se analizan los síntomas más comunes del síndrome del intestino irritable.

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  1. Dolor y calambres

El dolor abdominal es el síntoma más común y un factor clave en el diagnóstico. Normalmente, el intestino y el cerebro trabajan juntos para controlar la digestión. Esto se hace a través de las hormonas, los nervios y las señales de las bacterias buenas que viven en el intestino. En el SII, estas señales de cooperación están distorsionadas, lo que provoca una tensión descoordinada y dolorosa en los músculos del tracto digestivo. Este dolor suele producirse en la parte inferior del abdomen o en todo el abdomen, pero es menos probable que se produzca sólo en la parte superior del abdomen. El dolor suele disminuir después de la defecación. Los cambios dietéticos, como una dieta baja en FODMAPs, pueden mejorar el dolor y otros síntomas.

Otros tratamientos son los relajantes intestinales, como el aceite de menta, la terapia cognitivo-conductual y la hipnoterapia. Para el dolor que no responde a estos cambios, un gastroenterólogo puede ayudarle a encontrar un medicamento específicamente probado para aliviar el dolor del SII.

El síntoma más común del SII es el dolor en la parte baja del abdomen, que es menos intenso después de la defecación. Los cambios en la dieta, las terapias para reducir el estrés y ciertos medicamentos pueden ayudar a reducir el dolor.

  1. Ansiedad y depresión

El síndrome del intestino irritable también está relacionado con la ansiedad y la depresión. No se sabe si los síntomas del SII son una expresión del estrés mental o si el estrés de vivir con el SII hace que las personas sean más propensas a las dificultades psicológicas. En cualquier caso, la ansiedad y los síntomas digestivos del SII se refuerzan mutuamente en un círculo vicioso. En un amplio estudio con 94.000 hombres y mujeres, las personas con SII tenían más de un 50% de probabilidades de sufrir un trastorno de ansiedad y más de un 70% de probabilidades de padecer un trastorno del estado de ánimo, como la depresión.

Otro estudio comparó los niveles de la hormona del estrés cortisol en pacientes con y sin SII. Cuando se les pedía que hablaran en público, las personas con SII presentaban mayores cambios en los niveles de cortisol, lo que sugería mayores niveles de estrés. Además, otro estudio descubrió que la terapia de reducción de la ansiedad reducía el estrés y los síntomas del SII.

  1. Diarrea

El síndrome del intestino irritable con predominio de la diarrea es uno de los tres tipos principales del trastorno. Afecta a un tercio de los pacientes con SII.

Un estudio realizado en 200 adultos descubrió que las personas con SII con predominio de diarrea tenían, en promedio, 12 deposiciones por semana, más del doble que los adultos sin SII. El aumento del movimiento intestinal en el SII también puede dar lugar a una necesidad repentina e inmediata de defecar. Algunos pacientes lo describen como una fuente importante de estrés, llegando a evitar ciertas situaciones sociales por miedo a una aparición repentina de diarrea.

Además, las heces de tipo predominantemente diarreico suelen ser blandas y acuosas y pueden contener mucosidad.

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  1. Fatiga y dificultad para dormir

Más de la mitad de las personas que padecen el síndrome del intestino irritable declaran estar cansadas. En un estudio, 160 adultos diagnosticados con SII describieron una baja resistencia que limitaba el esfuerzo físico en el trabajo, el juego y las interacciones sociales. Otro estudio con 85 adultos descubrió que la intensidad de sus síntomas predecía la gravedad de la fatiga. El SII también está relacionado con el insomnio, que se caracteriza por la dificultad para conciliar el sueño, los despertares frecuentes y la sensación de inquietud por la mañana.

En un estudio de 112 adultos con SII, el 13% informó de una mala calidad del sueño. Otro estudio realizado con 50 hombres y mujeres descubrió que las personas con síndrome del intestino irritable dormían aproximadamente una hora más, pero se sentían menos descansadas por la mañana que los demás. Curiosamente, un sueño deficiente predice síntomas gastrointestinales más graves al día siguiente.

  1. Estreñimiento

Aunque parezca contradictorio, el síndrome del intestino irritable puede provocar tanto estreñimiento como diarrea. El SII con predominio del estreñimiento es el tipo más común, y afecta a cerca del 50% de las personas con SII. Las alteraciones de la comunicación entre el cerebro y el intestino pueden acelerar o ralentizar el tiempo de tránsito normal de las heces. Cuando el tiempo de tránsito se ralentiza, el intestino absorbe más agua en las heces, lo que dificulta su evacuación.

El estreñimiento se define como tener menos de tres deposiciones por semana. El estreñimiento «funcional» describe el estreñimiento crónico que no puede explicarse por ninguna otra enfermedad. No está relacionado con el SII y es muy común. El estreñimiento funcional se diferencia del SII en que no suele ser doloroso. En cambio, el estreñimiento en el SII incluye dolor abdominal que cede con las deposiciones. El estreñimiento en el SII también suele provocar una sensación de heces incompletas. Esto conduce a un esfuerzo innecesario. Además de los tratamientos habituales para el SII, el ejercicio, el aumento de la ingesta de agua, la ingesta de fibra soluble, la toma de probióticos y el uso limitado de laxantes pueden ayudar.

  1. Intolerancia a los alimentos

Hasta el 70% de las personas que padecen el síndrome del intestino irritable afirman que ciertos alimentos desencadenan sus síntomas. Dos tercios de las personas con SII evitan activamente ciertos alimentos. A veces excluyen varios alimentos de su dieta. No está claro por qué estos alimentos desencadenan los síntomas. Estas intolerancias alimentarias no son alergias, y los alimentos desencadenantes no causan diferencias medibles en la digestión. Aunque los alimentos desencadenantes son diferentes para cada persona, los más comunes son los que producen gases, como la lactosa y el gluten.

  1. Alternancia de estreñimiento y diarrea

El estreñimiento y la diarrea mixtos o alternados se dan en un 20% de los pacientes con SII. La diarrea y el estreñimiento en el SII se acompañan de dolor abdominal crónico y recurrente. El dolor es el principal indicio de que los cambios en las heces no están relacionados con la dieta o con infecciones comunes y leves. Este tipo de SII tiende a ser más grave que otros, con síntomas más frecuentes e intensos. Los síntomas del SII mixto también varían más de una persona a otra. Por lo tanto, esta condición requiere un enfoque de tratamiento individualizado.

  1. Gases e hinchazón

El deterioro de la digestión en el SII conduce a una mayor producción de gases en el intestino. Esto puede causar hinchazón, que es incómoda. Muchas personas que padecen el síndrome del intestino irritable consideran que la hinchazón es uno de los síntomas más persistentes y angustiosos de la enfermedad. En un estudio de 337 pacientes con SII, el 83% declaró tener hinchazón y calambres. Ambos síntomas eran más comunes en las mujeres y en el SII que era predominantemente estreñimiento o tipos mixtos de SII. Evitar la lactosa puede ayudar a reducir la hinchazón.

  1. Cambios en las heces

Las heces que se mueven lentamente por el intestino suelen deshidratarse a medida que el intestino absorbe agua. Esto, a su vez, crea heces duras, que pueden agravar los síntomas del estreñimiento. El rápido movimiento de las heces a través del intestino deja poco tiempo para la absorción de agua y da lugar a las heces blandas características de la diarrea. El SII también puede provocar una acumulación de mucosidad en las heces, que no suele asociarse a otras causas de estreñimiento. La sangre en las heces puede ser un signo de otro problema médico potencialmente grave y justifica una visita al médico. La sangre en las heces puede parecer roja, pero a menudo es muy oscura o negra y de consistencia alquitranada.

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