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Basándose en el análisis de millones de compras, los investigadores estadounidenses concluyen que la compra de alimentos bajos en grasa, calorías, azúcar o sal no ayuda a los consumidores a comer de forma más saludable.
El estudio revisó más de 80 millones de compras realizadas por 40.000 hogares en Estados Unidos. Descubrieron que el 13% de los alimentos y el 35% de las bebidas compradas llevaban una declaración de bajo valor energético, grasa, azúcar o sodio. La afirmación «bajo en grasas» es la más común al otro lado del Atlántico. Pero aunque estos alimentos son efectivamente más bajos en energía, azúcar, grasa y sodio, no siempre son la mejor opción nutricional. Esto se debe a que la reducción se basa en un producto similar, no en una definición clara de lo que significa «bajo en…». Por ejemplo, las patatas fritas bajas en grasa no son bajas en grasa.
No hay un mejor perfil nutricional
Estos resultados muestran que, para todos los alimentos y bebidas, las compras con declaraciones «bajo en…» no ofrecen necesariamente un mejor perfil nutricional, o incluso un mejor perfil para el nutriente al que se refiere la declaración, que otras opciones sin declaraciones. Esto se debe probablemente a que las declaraciones de «bajo en» o «reducido en» se hacen dentro de marcas o categorías de alimentos específicas.
Una situación ligeramente diferente en Francia, pero no de fondo
Sin embargo, la situación no es igual en Europa que en Estados Unidos. En efecto, si una galleta con la declaración «bajo en azúcar» significa, en Estados Unidos, que contiene menos azúcar que una galleta tradicional, en la Unión Europea, «bajo en azúcar» implica un contenido máximo de azúcar del 5% para un sólido, y del 2,5% para una bebida. En el caso del azúcar, el estudio no dice por qué se sustituye el azúcar industrial… un edulcorante sintético cuyos beneficios para la salud y el peso son claramente negativos.
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