Asistente de la estructura profesional de los servicios informativos.
- Glaucoma : causas, síntomas y tratamiento - 16/04/2024
- Deterioro cognitivo: el sobrepeso empeora el cerebro - 15/04/2024
- 6 alimentos para fortalecer el sistema inmunológico - 03/04/2024
A estas alturas ya sabemos que es muy importante beber mucha agua durante el día para hidratar nuestro organismo de la mejor manera. Pero, ¿a qué temperatura debe estar el agua? La respuesta es depende, aunque en la mayoría de las situaciones es aconsejable beber agua que no esté demasiado fría, tibia o incluso caliente.
Prestar atención a la temperatura del agua puede parecer un detalle sin importancia cuando el mayor problema es beber, algo que no siempre hacemos lo suficiente. En cambio, deberíamos empezar a tomarnos en serio también este aspecto.
De hecho, las diferentes temperaturas del agua que bebemos pueden tener beneficios significativos para la salud. Y la temperatura a elegir también puede variar en función de los distintos momentos del día en los que la tomemos o del efecto que queramos conseguir.
Por ejemplo, mientras que un vaso de agua caliente a primera hora de la mañana para empezar el día es bueno para despertar el sistema digestivo, un vaso de agua fría después de un entrenamiento en el que se ha sudado es utilizado por algunos deportistas como sistema para ayudar a que la temperatura interna se enfríe restableciendo el equilibrio.
Ya en la antigua medicina tradicional china se utilizaba la temperatura del agua para ayudar al cuerpo a curarse, recuperarse y luchar contra las infecciones, y las prácticas ayurvédicas indias han demostrado desde hace tiempo que la temperatura, la velocidad e incluso si estamos sentados o no mientras bebemos agua son variables importantes a tener en cuenta.
El agua tibia o caliente es la mejor opción
La temperatura del agua es crucial, ya que el frío y el calor afectan al cuerpo de forma diferente. Sin embargo, en general, la ciencia cree que beber agua a temperatura ambiente, o agua tibia, es la mejor opción para rehidratar las células.
Durante un día de actividad normal podemos elegir agua no demasiado fría, entre 10° y 20°, lo que permite al cuerpo rehidratarse más rápidamente. La teoría de que beber agua fría ayuda a quemar más calorías (ya que el cuerpo tiene que trabajar para calentar el agua para absorberla) ha sido ampliamente desmentida.
Según las prácticas ayurvédicas, beber agua a temperatura ambiente o tibia puede ayudar a la digestión e incluso favorecer la pérdida de peso, está convencido el experto ayurvédico Dr. Akhilesh Sharma. Su consejo es precisamente evitar el agua fría, ya que interrumpe la digestión y restringe el flujo sanguíneo a los órganos.
Por lo tanto, beber agua tibia puede favorecer la digestión y promover la pérdida de peso, al menos según el Ayurveda.
La medicina china también considera que el agua caliente es muy beneficiosa, ya que puede ayudar al cuerpo a alcanzar el equilibrio, favorecer la circulación y eliminar las toxinas a través de sus filtros naturales: los riñones y el hígado.
La temperatura no es importante para mejorar el estado de ánimo
Un estudio de hace unos años sugiere que beber una cantidad adecuada de agua puede ayudar a mejorar el estado de ánimo a lo largo del día. De hecho, se demostró que la deshidratación tenía efectos negativos sobre el vigor, los afectos relacionados con la estima, la memoria a corto plazo y la atención. Todos estos parámetros mejoraron definitivamente después de beber.
Así que, si te sientes especialmente irritado, bebe un gran vaso de agua (a cualquier temperatura) y respira larga y profundamente.
¿Cuánta agua hay que beber?
Independientemente de la temperatura, la mayoría de la gente no suele beber suficiente agua. Pero, ¿cuánto debemos beber? Generalmente se dice que 1,5 litros o 2 litros, pero existe una fórmula, totalmente orientativa (porque hay otras variables a tener en cuenta), para saber de cuánta agua disponemos en función de nuestro peso:
30 ml x kg de peso corporal = ml por día
Si haces ejercicio durante una hora o más, necesitas añadir medio litro de agua, que se convierte en un litro o un litro y medio si haces ejercicio de intensidad alta o extrema.
Leer más artículos AQUÍ
