Sangre en las heces: 11 causas principales y lo que realmente debe preocupar

Escrito por Elena Ramos

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La hemorragia rectal suele referirse a la hemorragia del ano, el recto o el colon, que son las tres últimas partes del tubo digestivo.

En la mayoría de los casos, la sangre de color rojo brillante indica una hemorragia en la parte inferior del colon o del recto, mientras que la sangre de color rojo más oscuro es un signo de hemorragia en el intestino delgado o en la parte superior del colon.

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La sangre muy oscura o de color negro-rojo suele asociarse a hemorragias en el estómago u otros órganos del aparato digestivo.

A continuación se exponen 11 causas de hemorragia rectal, así como los demás síntomas que puede provocar cada una de ellas. También veremos cuándo hay que buscar atención médica para la hemorragia rectal.

Principales causas de la sangre en las heces

Una amplia gama de problemas de salud y factores pueden causar o empeorar la hemorragia rectal.

Estas son algunas de las causas más comunes:

  1. Hemorragia interna

Una lesión importante en uno de los órganos gastrointestinales puede provocar una hemorragia interna a través del recto. Las enfermedades gastrointestinales graves también pueden causar hemorragias internas. Las hemorragias internas casi siempre requieren hospitalización y cirugía.

  1. Hemorroides

Las hemorroides son vasos sanguíneos anales inflamados y son muy comunes. Pueden desarrollarse fuera o dentro del ano y aparecen como pequeñas protuberancias que ocasionalmente sangran durante las deposiciones o al limpiarse. Las hemorroides pueden afectar a cualquier persona y a cualquier edad, pero están asociadas a algunos factores de riesgo, como:

  • embarazo
  • Estreñimiento crónico y estrés
  • diarrea crónica
  • hacer un esfuerzo para defecar o sentarse en el inodoro demasiado tiempo
  • obesidad
  • dieta baja en fibra o desequilibrada
  • Envejecimiento

Las hemorroides suelen responder bien a las cremas y supositorios de venta libre que contienen hidrocortisona. Los baños calientes frecuentes, una dieta rica en fibra y el uso de ablandadores de heces también pueden ayudar a reducir las molestias de las hemorroides.

  1. Cáncer de colon o recto

El cáncer que afecta al colon o al recto puede causar irritación, inflamación y sangrado. Hasta el 48% de las personas con cáncer colorrectal han experimentado una hemorragia rectal. El cáncer de colon es una forma muy común de cáncer y tiende a progresar lentamente, por lo que suele ser tratable si se detecta a tiempo. El cáncer rectal, aunque es mucho más raro que el de colon, también suele ser curable si se detecta y trata a tiempo. Algunos casos de cáncer de colon y recto se desarrollan a partir de pólipos inicialmente benignos. Todos los casos de cáncer gastrointestinal requieren tratamiento, que suele consistir en una combinación de quimioterapia, radiación y cirugía.

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  1. Fístulas

Una fístula se produce cuando se desarrolla una abertura o bolsa anormal entre dos órganos adyacentes. Las fístulas que se desarrollan entre el ano y el recto, o entre el ano y la piel, pueden provocar una descarga de líquido blanco y sangre. Las fístulas se tratan a veces con antibióticos, pero pueden requerir una intervención quirúrgica si progresan.

  1. Pólipos

Los pólipos son crecimientos anormales, no cancerosos. Cuando los pólipos crecen en el revestimiento del recto o del colon, pueden causar irritación, inflamación y pequeñas hemorragias. En muchos casos, el médico extirpa los pólipos para comprobar si hay signos de cáncer y evitar el riesgo de que se vuelvan cancerosos.

  1. Fisuras

Las fisuras se producen cuando los tejidos que recubren el ano, el colon o el recto se desgarran, lo que provoca dolor y sangrado rectal.

Los baños calientes, una dieta rica en fibra y los ablandadores de heces pueden ayudar a reducir los síntomas de las fisuras. En casos graves, las fisuras pueden requerir cremas recetadas o cirugía.

  1. Prolapso

El debilitamiento de los tejidos rectales puede permitir que parte del recto empuje hacia delante o sobresalga del ano, lo que suele provocar dolor y, casi siempre, sangrado. El prolapso es más frecuente en los adultos mayores que en los jóvenes. Algunas personas con esta afección pueden necesitar cirugía para corregirla.

  1. Diverticulitis

La diverticulosis se produce cuando se desarrollan pequeñas bolsas llamadas divertículos en las paredes del colon alrededor de una debilidad en las capas musculares del órgano.

Estas bolsas o divertículos son extremadamente comunes. A veces los divertículos pueden empezar a sangrar, pero esta hemorragia suele detenerse por sí sola.

Por lo general, estas bolsas no causan ningún síntoma y no requieren tratamiento, a menos que se infecten, en cuyo caso se desarrolla una enfermedad llamada diverticulitis. Los divertículos infectados e inflamados suelen ser dolorosos y pueden provocar una hemorragia rectal, normalmente un flujo de sangre moderado que se extiende durante unos segundos. La diverticulitis se trata con antibióticos y, si es grave, con cirugía.

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  1. Infecciones de transmisión sexual (ITS)

Las relaciones sexuales sin protección en la zona anal pueden transmitir una amplia gama de enfermedades virales y bacterianas. Estos pueden causar inflamación del ano y del recto. La inflamación, si se produce, aumenta la probabilidad de hemorragia. El tratamiento de las ITS suele incluir un antibiótico, un antiviral o un antifúngico, dependiendo de si la causa es bacteriana, viral o fúngica.

  1. Proctitis o colitis

La proctitis se produce cuando los tejidos que componen el recto se inflaman, lo que suele provocar dolor y sangrado. La colitis se produce cuando los tejidos que recubren el colon se inflaman. Un tipo de colitis llamado colitis ulcerosa también puede causar úlceras, que son llagas abiertas y progresivas que son propensas a sangrar. Los tratamientos para la proctitis y la colitis varían en función de la causa y van desde los antibióticos hasta la cirugía.

Las causas más comunes de proctitis y colitis son:

  • infección
  • Ciertas enfermedades que causan problemas digestivos, como el síndrome del intestino irritable (SII) y la enfermedad de Crohn
  • ciertos medicamentos, como los anticoagulantes
  • radiación o quimioterapia
  • sexo anal
  • disminución del flujo sanguíneo al colon o al recto
  • una obstrucción en el colon o el recto
  1. Gastroenteritis

Las infecciones bacterianas pueden provocar la inflamación del colon y del estómago, lo que da lugar a una diarrea que puede contener mucosidad y manchas de sangre. La gastroenteritis viral no suele causar diarrea con sangre. El tratamiento de la gastroenteritis suele incluir líquidos, reposo y antibióticos o antivirales, dependiendo de la causa.

¿Cuándo buscar atención médica?

Las hemorragias rectales leves u ocasionales son muy comunes y a menudo no requieren atención o tratamiento médico. El sangrado rectal grave, crónico o doloroso puede ser un signo de una enfermedad subyacente más grave y debe ser evaluado por un médico.

Normalmente, las personas se dan cuenta de la hemorragia rectal cuando ven rayas o gotas de sangre en las heces, en la taza del váter o cuando se limpian. Algunas personas también pueden encontrar sangre en su ropa interior, o el agua del inodoro puede ser de color rosa rojizo después de usar el inodoro. Algunos casos de hemorragia rectal también dan lugar a un olor muy desagradable, a heces oscuras y alquitranadas mezcladas con sangre roja o negra muy oscura.

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