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Tal vez no todos los nueve millones -en su mayoría mujeres- que en Italia sufren de dolores de cabeza y migrañas de diversas formas, no saben que con sólo una picadura podrán deshacerse de esa dolorosa carga. Con una pequeña inyección subcutánea una vez al mes. De hecho, la medicina ha desarrollado una nueva clase de fármacos definidos por expertos, representados por algunos anticuerpos monoclonales, que promete una fuerte mejora en la calidad de vida de los pacientes.
Una enfermedad que es como «un personaje en busca de un autor», percibida esencialmente sólo por los que la padecen. En el que el dolor se asocia a otros síntomas como fatiga, náuseas, vómitos, y que según las últimas estadísticas ha afectado al menos una vez con un fuerte ataque a 15 millones de italianos.
Una inyección al mes evita que se convierta en crónica
«Para evitar el mayor riesgo de migraña – explica el profesor Paolo Martelletti, director del Centro Regional de Cefalea de la Universidad La Sapienza del Hospital Sant’Andrea de Roma – que es la cronicidad ahora tenemos una nueva clase de medicamentos revolucionarios que son anticuerpos monoclonales contra el Cgrp (péptido relacionado con el gen de la calcitonina). Se trata de sustancias que se inyectan bajo la piel una vez al mes y que evitan la aparición de crisis de forma absolutamente estable. Estas son terapias de prevención. Son curas de la enfermedad».
«La persona con migraña – señala el profesor Pietro Barbanti, director de la unidad de cuidados e investigación sobre los dolores de cabeza del San Raffaele Pisana de Roma – está siempre enferma. Está enferma los días en que tiene un ataque de migraña, pero está enferma los días en que tiene miedo del ataque. Vive siempre por la mitad, y es difícil ser comprendido, revelarlo a los demás».
«La historia de la migraña -añade Barbanti- se compone de tratamientos preventivos en los que el parche suele ser peor que el agujero. Porque los efectos secundarios son muy invasivos y a veces llegan a ser casi peores que la discapacidad por migraña. La situación ha cambiado recientemente porque ha comenzado la era del primer tipo de tratamiento»a medida». Anticuerpos monoclonales que bloquean la propagación y génesis del ataque y pueden permitir al paciente por primera vez una vida activa y el derecho a la felicidad”.
