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Los cálculos renales pueden causar un dolor intenso y desagradable. Si has experimentado esto, seguramente sabes lo importante que es tomar medidas para prevenir su formación en el futuro. Afortunadamente, la alimentación juega un papel crucial en la prevención de los cálculos renales.
1. Aumenta tu ingesta de líquidos
Uno de los métodos más efectivos para prevenir los cálculos renales es beber suficientes líquidos. Cuando la orina está concentrada, los desechos presentes en los fluidos tienden a cristalizarse, lo que favorece la formación de cálculos renales. Muchas personas están deshidratadas sin siquiera darse cuenta, ya que no beben suficiente líquido.
Se recomienda beber al menos 2.5 litros de líquido al día, lo que equivale a aproximadamente 10 tazas. El agua es la mejor opción, pero la mayoría de las bebidas, incluyendo el café y el alcohol, son aceptables. Sin embargo, las bebidas azucaradas como los refrescos pueden aumentar el riesgo de cálculos renales, mientras que algunas variedades de té pueden no ser adecuadas para todos los tipos de cálculos renales.
2. Alimentos ricos en calcio
Contrariamente a lo que se podría pensar, las personas con cálculos renales de oxalato de calcio generalmente no necesitan eliminar los productos lácteos de su dieta. El calcio es esencial para la salud de los huesos y los músculos, pero un consumo excesivo de suplementos de calcio puede ser problemático. Intenta satisfacer tus necesidades de calcio a través de tu dieta, a menos que tu médico te recomiende lo contrario.
3. Reducción de la ingesta de sal
Un consumo elevado de sal favorece la formación de cálculos renales. Las dietas occidentales son terribles en cuanto a la ingesta de sal, y esto no se trata solo de agregar sal a los alimentos. Muchos alimentos que consumimos contienen una gran cantidad de sodio.
Es sorprendente la cantidad de sal presente incluso en los alimentos saludables. Limita tu consumo de sal a 1,500 a 2,000 miligramos por día, aproximadamente media cucharadita. Además de no salar tus alimentos, presta atención a la cantidad de sodio presente en los alimentos procesados, como los aderezos para ensaladas, los cereales, el pan, las sopas, las salsas para pasta y los snacks.
4. Agrega jugo de limón o lima a tu agua
El jugo de limón o lima puede ser un aliado valioso en la prevención de los cálculos renales. Contienen citrato, que neutraliza la acidez de la orina y puede evitar la formación de cálculos de calcio. Al agregar jugo de limón o lima a tu agua, puedes aumentar tu consumo diario de citrato y, por lo tanto, reducir tu riesgo de cálculos renales.
5. Consulta a tu médico sobre los suplementos
Algunos suplementos comunes, como la vitamina C, la cúrcuma y el calcio, pueden aumentar tu riesgo de desarrollar cálculos renales. Otros, como el aceite de pescado y la vitamina B6, pueden ayudar a reducir este riesgo. Es importante hablar sobre el uso de suplementos con tu médico para asegurarte de que no favorezcan la formación de cálculos renales.
6. Reevalúa algunos alimentos saludables
Tu médico puede recomendarte otros cambios en la alimentación según el tipo de cálculos renales que tengas y los resultados de una prueba de orina de 24 horas para determinar la composición de tu orina. Por ejemplo, si tu orina contiene una cantidad alta de oxalato, tu médico puede aconsejarte evitar alimentos ricos en oxalato, como el ruibarbo y las espinacas. Sin embargo, también puede recomendarte consumir estos alimentos con productos lácteos, ya que el calcio de los lácteos se une al oxalato y lo elimina en las heces en lugar de la orina.
7. Limita tu consumo de carne
Si tienes cálculos renales, se recomienda reducir tu consumo de carne. Las proteínas animales pueden aumentar la acidez de la orina, lo que favorece la cristalización de los compuestos que pueden convertirse en cálculos renales. Un consumo excesivo de proteínas animales también puede reducir la presencia de citrato en la orina, lo cual, como se mencionó anteriormente, ayuda a prevenir la formación de cálculos renales.
No es necesario eliminar completamente la carne de tu dieta, pero intenta reducir tu consumo de pescado, pollo, cerdo y carne roja.
Al incorporar estos consejos alimentarios en tu vida diaria, puedes reducir significativamente tu riesgo de desarrollar cálculos renales. Sin embargo, es importante consultar a tu médico para recibir consejos personalizados según tu situación específica. ¡Cuida tus riñones tomando decisiones alimentarias saludables!
