4 consejos para que la barbacoa deje de ser tóxica y cancerígena

Escrito por Elena Ramos

Publicado el

La llegada del verano es sinónimo del regreso de la barbacoa y de los placeres asociados a la preparación de comidas al aire libre. Sin embargo, la barbacoa tiene un gran inconveniente: genera elementos tóxicos y cancerígenos. Una de las grandes características de la barbacoa es que puede alcanzar temperaturas muy altas, lo que acelera considerablemente la velocidad de cocción de los alimentos.

Sin embargo, estas altas temperaturas provocan importantes transformaciones en la estructura de las moléculas, especialmente en el caso de los alimentos ricos en proteínas y grasas, como las carnes. En estas condiciones de carbonización, se forman compuestos llamados aminas heterocíclicas, moléculas que tienen un alto potencial cancerígeno. Numerosos estudios han constatado un mayor riesgo de cáncer de colon y páncreas en las personas que los consumen en grandes cantidades.

- Publicidad -

Afortunadamente, es posible disfrutar de las delicias de la barbacoa minimizando la exposición a estas toxinas con unos sencillos y eficaces consejos.

Consejos para evitar los efectos tóxicos de la barbacoa

He aquí algunos principios básicos que pueden reducir en gran medida los efectos nocivos asociados a la combustión:

  1. Marinar las carnes lo más posible (al menos 45 minutos) antes de asarlas, como se hace en las cocinas de todo el mundo que utilizan este tipo de cocción. Un simple adobo de aceite de oliva, ajo y zumo de limón reduce en un 99% la formación de compuestos cancerígenos derivados de la cocción. 
Los estudios también han demostrado que la adición de hierbas como el romero, el orégano y la salvia, o ciertas especias como la cúrcuma y el jengibre, también pueden reducir el contenido cancerígeno de la carne a la parrilla. Además, los fitoquímicos presentes en estas especias y hierbas tienen múltiples efectos beneficiosos y añaden aún más sabor a los alimentos.
  2. Elija cortes de carne más magros y evite que se chamusquen dándoles la vuelta regularmente y vigilando su cocción.
  3. Variar el menú asando pescado y verduras. Hacer una barbacoa no significa necesariamente comer carne roja. Por ejemplo, muchos pescados grasos son ricos en ácidos grasos omega-3,

Muchos pescados grasos ricos en omega-3, como las sardinas, la caballa, la trucha o el salmón, son especialmente adecuados para la barbacoa y representan otras opciones interesantes, tanto por su sabor como por su salud.

4. En cuanto a las verduras, los pimientos, las berenjenas, los calabacines o incluso algunas setas se adaptan perfectamente a la parrilla y son un gran complemento para los platos asados. El verano sigue siendo la mejor época para comer entre 5 y 10 raciones de verduras al día, y la barbacoa debería ayudarnos a conseguir este noble pero difícil objetivo.

También puede leer: Los frutos secos protegen la salud del corazón. Pero, ¿cuántos hay que comer?

¿Le resultó útil este artículo?
Artículos Relacionados