¿Por qué las mujeres se ven mucho más afectadas por la depresión?

Escrito por Elena Ramos

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El doble de mujeres que de hombres sufren depresión. Hay varios factores que pueden aumentar el riesgo de depresión de una mujer. La depresión puede aparecer a cualquier edad. Algunos cambios de humor y sentimientos depresivos se producen con los cambios hormonales normales. Pero los cambios hormonales por sí solos no son la causa de la depresión. Otros factores biológicos, rasgos hereditarios y circunstancias personales y experiencias vitales se asocian a un mayor riesgo de depresión.

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Esto es lo que contribuye a la depresión en las mujeres

Pubertad

Los cambios hormonales durante la pubertad pueden aumentar el riesgo de depresión en algunas chicas. Sin embargo, los cambios de humor temporales asociados a las fluctuaciones hormonales durante la pubertad son normales; estos cambios por sí solos no causan depresión.

Por el contrario, la pubertad suele estar asociada a otras experiencias que pueden desempeñar un papel en la depresión, como:

  • Cuestiones de sexualidad e identidad emergentes
  • Conflictos con los padres
  • Aumento de la presión para tener éxito en la escuela, el deporte u otras áreas de la vida

Después de la pubertad, las tasas de depresión son más altas en las mujeres que en los hombres. Como las niñas suelen llegar a la pubertad antes que los niños, son más propensas a desarrollar una depresión a una edad más temprana que ellos. Hay pruebas de que esta diferencia de género en la depresión puede continuar durante toda la vida.

Problemas premenstruales

Para la mayoría de las mujeres que padecen el síndrome premenstrual (SPM), los síntomas como la hinchazón abdominal, la sensibilidad mamaria, los dolores de cabeza, la ansiedad, la irritabilidad y la melancolía son leves y de corta duración.

Pero un pequeño número de mujeres experimenta síntomas graves e incapacitantes que interfieren en sus estudios, trabajo, relaciones u otras áreas de su vida. En esta fase, el SPM puede convertirse en un trastorno disfórico premenstrual (TDPM), un tipo de depresión que suele requerir tratamiento.

La interacción exacta entre la depresión y el síndrome premenstrual sigue sin estar clara. Es posible que los cambios cíclicos de estrógenos, progesterona y otras hormonas puedan alterar el funcionamiento de las sustancias químicas del cerebro, como la serotonina, que controlan el estado de ánimo. Los rasgos hereditarios, las experiencias vitales y otros factores parecen influir.

Embarazo

Durante el embarazo se producen cambios hormonales drásticos que pueden afectar al estado de ánimo. Hay otros problemas que también pueden aumentar el riesgo de desarrollar una depresión durante el embarazo o el intento de embarazo, como por ejemplo:

  • Cambios en el estilo de vida o en el trabajo u otros factores de estrés en la vida
  • Problemas de relación
  • Episodios previos de depresión, depresión posparto o TDPM
  • Falta de apoyo social
  • Embarazo indeseado o no deseado
  • Aborto involuntario
  • Interrupción de la medicación antidepresiva

Depresión posparto

Muchas madres primerizas se sienten tristes, enfadadas e irritables, y experimentan episodios de llanto poco después del parto. Estos sentimientos, llamados baby blues, son normales y suelen remitir en una o dos semanas. Pero los sentimientos depresivos más graves o duraderos pueden indicar una depresión posparto, especialmente si se presentan las siguientes señales y síntomas:

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  • Llanto más frecuente de lo habitual
  • Baja autoestima o sentimiento de ser una mala madre
  • Ansiedad o sensación de adormecimiento
  • Dificultad para dormir, incluso cuando el bebé duerme
  • Problemas en el funcionamiento diario
  • Incapacidad para cuidar de su bebé
  • Pensamientos de hacer daño a su bebé
  • Pensamientos de suicidio

La depresión posparto es una enfermedad grave que requiere un tratamiento rápido. Afecta a un 10-15% de las mujeres. Se cree que está asociada a:

  • Principales fluctuaciones hormonales que influyen en el estado de ánimo
  • La responsabilidad de cuidar a un recién nacido
  • Predisposición a los trastornos del estado de ánimo y la ansiedad
  • Complicaciones del embarazo y del parto
  • Problemas de lactancia
  • Complicaciones o necesidades especiales de los bebés
  • Poco apoyo social

Perimenopausia y menopausia

El riesgo de depresión puede aumentar durante la transición a la menopausia, una etapa conocida como perimenopausia, en la que los niveles hormonales pueden fluctuar erráticamente. El riesgo de depresión también puede aumentar al principio de la menopausia o después de la misma, ambos momentos en los que los niveles de estrógeno se reducen considerablemente.

La mayoría de las mujeres que experimentan síntomas molestos de la menopausia no desarrollan depresión. Pero estos factores pueden aumentar el riesgo:

  • Sueño interrumpido o de mala calidad
  • Ansiedad o antecedentes de depresión
  • Acontecimientos vitales estresantes
  • Aumento de peso o incremento del índice de masa corporal (IMC)
  • Menopausia a una edad más temprana
  • Menopausia causada por la extirpación quirúrgica de los ovarios

Condiciones de vida y cultura

La mayor tasa de depresión en las mujeres no se debe sólo a la biología. Las circunstancias de la vida y los factores de estrés cultural también pueden influir. Aunque estos factores de estrés también están presentes en los hombres, la tasa suele ser menor. Los factores que pueden aumentar el riesgo de depresión en las mujeres son:

– Desigualdad de poder y estatus. Las mujeres tienen muchas más probabilidades que los hombres de vivir en la pobreza, lo que conlleva preocupaciones como la incertidumbre sobre el futuro y un menor acceso a los recursos comunitarios y a la atención sanitaria. Estos problemas pueden provocar sentimientos de negatividad, baja autoestima y falta de control sobre la vida.

– Sobrecarga de trabajo. A menudo las mujeres trabajan fuera de casa y siguen asumiendo las responsabilidades domésticas. Muchas mujeres se enfrentan a los retos de ser madres solteras y tener varios trabajos para llegar a fin de mes. Además, las mujeres pueden cuidar de sus hijos mientras atienden a familiares enfermos o mayores.

– Abuso sexual o físico. Las mujeres que han sufrido abusos emocionales, físicos o sexuales en la infancia o en la edad adulta tienen más probabilidades de sufrir depresión en algún momento de su vida que las que no han sufrido abusos. Las mujeres son más propensas que los hombres a sufrir abusos sexuales.

Otras condiciones que acompañan a la depresión en las mujeres

Las mujeres con depresión suelen tener otros problemas de salud mental que también requieren tratamiento, como:

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  • Ansiedad: La ansiedad suele estar asociada a la depresión en las mujeres.
  • Trastornos alimenticios: Existe una fuerte relación entre la depresión en las mujeres y los trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia.
  • Abuso de drogas o alcohol: Algunas mujeres con depresión también tienen alguna forma de abuso de sustancias o adicción. El abuso de sustancias puede empeorar la depresión y hacerla más difícil de tratar.

Reconocer la depresión y buscar una solución

Aunque la depresión puede parecer abrumadora, existen tratamientos eficaces. Incluso las depresiones graves pueden tratarse a menudo con éxito. Busque ayuda si tiene signos y síntomas de depresión, por ejemplo:

  • Sentimientos permanentes de tristeza, culpa o desesperanza
  • Pérdida de interés por las cosas que antes disfrutaba
  • Cambios significativos en sus patrones de sueño, como dificultad para conciliar o mantener el sueño o dormir demasiado
  • Fatiga o dolor inexplicable u otros síntomas físicos sin causa aparente
  • Problemas de concentración o de memoria
  • Cambios en el apetito que conducen a una pérdida o aumento de peso significativo
  • Dolor físico
  • Sentir que la vida no merece la pena, o tener pensamientos suicidas

Recuerda que la depresión es común y tratable. Si crees que estás deprimido, no dudes en buscar ayuda de tu médico, terapeuta o cualquier método de salud y bienestar de eficacia probada, como EMDR, acupuntura, aceites esenciales o meditación.

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