Personalidad adictiva: ¿corre el riesgo de convertirse en un «adicto»?

Escrito por Elena Ramos

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El término «personalidad adictiva» se refiere a una persona que tiene una tendencia natural a desarrollar adicciones. Este no es un diagnóstico médico oficial, y muchos expertos no están de acuerdo con esta idea. Puede ser tentador atribuir la adicción a la personalidad de una persona para entender por qué la tiene. Sin embargo, este enfoque puede tener inconvenientes.

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Ver la adicción como parte del carácter de una persona puede llevar a las personas a culparse a sí mismas o a creer que forma parte de su personalidad. En realidad, cualquiera puede desarrollar una adicción a la fuente de confianza. La adicción también puede tratarse. Dicho esto, algunos rasgos de personalidad están más asociados a la adicción que otros. Por ejemplo, un estudio de 2018 encontró que la impulsividad era común entre los adolescentes con adicción. Esto no significa que tengan una personalidad adictiva, sino que ciertos rasgos pueden aumentar el riesgo de que una persona pruebe una sustancia adictiva.

¿Es real la personalidad adictiva?

El concepto de personalidad adictiva proviene de la idea de que algunas personas desarrollan adicciones debido a su carácter. Según este modelo de adicción, a algunas personas les resulta más difícil que a otras resistirse a desarrollar una adicción, y las personas con personalidades adictivas son intrínsecamente más propensas a tener una adicción que el resto de la población. Sin embargo, el concepto es controvertido y muchos expertos en adicciones creen que es perjudicial.

Ninguna organización de salud importante reconoce la personalidad adictiva como un diagnóstico médico. En cambio, la mayoría de los expertos consideran que la adicción es una enfermedad. La adicción se define como un trastorno crónico y recurrente, lo que significa que puede aparecer y desaparecer durante largos períodos de tiempo. Para un observador, puede parecer que las recaídas se deben a la personalidad de la persona, cuando en realidad son parte de la enfermedad.

Lo que dice la investigación

Aunque no existe un diagnóstico, hay pruebas de que ciertos rasgos pueden hacer más probable la adicción.

Un estudio realizado en 2018 con 109 participantes, en su mayoría hombres, descubrió que los comportamientos impulsivos estaban correlacionados con un mayor riesgo de adicción. La impulsividad puede aumentar la probabilidad de que una persona corra riesgos o consuma sustancias, lo que aumenta el riesgo de convertirse en adicto.

Otro estudio de 2019 también destaca algunos de los otros rasgos y comportamientos que los investigadores han relacionado con la adicción, como la búsqueda de sensaciones, el inconformismo y la tolerancia a los comportamientos que rompen las normas sociales. sin embargo, la mayoría de los investigadores se oponen a la idea de las personalidades adictivas porque es determinista. En realidad, la adicción es una enfermedad compleja y multifacética vinculada a muchos factores.

Por ejemplo, también existe una asociación entre la adicción y los estados emocionales temporales, como los sentimientos de estrés o de alienación. El hecho de que las personas no tengan la oportunidad de aprender habilidades de afrontamiento más sanas para lidiar con estas emociones también puede influir.

Un estudio realizado en 2021 sobre 94 adictos de entre 14 y 32 años que vivían en Suiza, Francia y Quebec encontró patrones similares. Los participantes a menudo informaron de alienación, incomodidad en situaciones sociales, ansiedad o depresión. El estilo de apego inseguro también era común en este grupo. Esto ocurre cuando una persona no desarrolla un apego seguro a su figura parental principal en la infancia, lo que luego afecta a sus relaciones y a la forma en que afronta la adversidad a lo largo de su vida.

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¿Por qué algunas personas desarrollan adicciones?

No existe un factor único que prediga que una persona desarrollará una adicción y otra no. Se trata más bien de una combinación de factores que aumentan el riesgo de una persona. Estos factores son muchos y variados e incluyen:

  • Epigenética

La epigenética es el estudio de cómo el entorno afecta a los genes. Los científicos estiman que la epigenética puede determinar entre el 40 y el 60% del riesgo de adicción de una persona.

  • El entorno social

La convivencia con adultos que consumen drogas o tienen una actitud favorable hacia el abuso de sustancias se asocia con actitudes y comportamientos similares en los adolescentes. Del mismo modo, la presión de los compañeros puede animar a los adolescentes a probar sustancias adictivas.

  • Consumo temprano

El consumo temprano de sustancias adictivas puede influir en el desarrollo del cerebro, haciendo más probable la dependencia de sustancias en etapas posteriores de la vida.

  • Consumo de medicamentos con receta

Algunas personas se vuelven adictas a las sustancias después de tomarlas por razones médicas. Por ejemplo, los médicos pueden recetar opioides para aliviar el dolor. Se trata de sustancias altamente adictivas, e incluso después de un corto período de tiempo, el cuerpo puede volverse dependiente de ellas.

  • Estrés o traumatismo

El trauma psicológico es una lesión mental que puede producirse como resultado de cualquier acontecimiento gravemente estresante. Puede ser el resultado de la negligencia o el abuso en la infancia, el acoso, la agresión, el crimen o la humillación. Cualquier acontecimiento estresante o traumático puede llevar a una persona a recurrir a la adicción en un intento de hacer frente a los recuerdos o sentimientos asociados a él.

  • La inequidad también juega un papel

Vivir en una comunidad con altos niveles de pobreza es un factor de riesgo para la adicción, ya que la falta de acceso a la educación, el empleo y la atención sanitaria hace que las personas sean más vulnerables. Las formas de opresión, como el racismo, agravan esta situación al privar a las comunidades de los elementos que las protegen de la adicción y la sobredosis.

Esta situación también afecta a la comunidad LGBTQIA+. El rechazo por parte de los miembros de la familia debido a su sexualidad o identidad de género puede ser un factor de riesgo para el consumo de sustancias de alto riesgo entre los adolescentes.

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¿Cómo saber si eres propenso a la adicción?

Algunas personas pueden temer que sean propensas a la adicción o que la desarrollen en el futuro. Estas preocupaciones pueden deberse a la ansiedad, a los antecedentes familiares, a lo que han leído en Internet o al consumo previo de sustancias. Sin embargo, la adicción no está predeterminada. El único indicador de la predisposición de una persona a la adicción es su comportamiento y cómo afecta a su vida.

Una persona puede ser adicta a una sustancia o actividad si:

  • lo utiliza para evadirse o adormecer sus emociones
  • dedica gran parte de su tiempo libre o de su identidad a este comportamiento
  • tener que aumentar regularmente el comportamiento o la dosis de una sustancia para conseguir el mismo efecto
  • está dispuesto a tolerar consecuencias negativas, como el daño a sus relaciones o la pérdida de empleo, para continuar con el comportamiento
  • adopta el comportamiento incluso en situaciones en las que podría ser peligroso, por ejemplo, beber y conducir
  • experimenta síntomas de abstinencia si intenta dejarlo.

La adicción adopta muchas formas. Las personas pueden ser adictas a sustancias como el alcohol, la nicotina, las drogas recreativas y los medicamentos recetados. El juego, las compras y el sexo son ejemplos de posibles adicciones conductuales. Sin embargo, hay comportamientos que pueden resultar difíciles de abandonar y que no son consecuencia de una adicción. Estos comportamientos pueden ser compulsiones.

Adicciones y compulsiones

Algunas personas utilizan los términos «personalidad adictiva» y «personalidad compulsiva» indistintamente o en combinación para describir a las personas. Sin embargo, ninguno de los dos términos es un diagnóstico médico. Las compulsiones son conductas repetitivas o rituales que una persona realiza para controlar su ansiedad. Por ejemplo, una persona que tiene pensamientos persistentes sobre un intruso puede cerrar sus puertas varias veces para asegurarse de que está a salvo, lo cual es una característica del trastorno obsesivo-compulsivo, un problema de salud mental.

Otros trastornos mentales que causan compulsiones son:

  • trastorno por excoriación, o trastorno por corte de piel
  • tricotilomanía, o trastorno por arrancarse el pelo
  • El ejercicio compulsivo, que no está diagnosticado oficialmente, pero que muchas personas experimentan.

La adicción y la compulsión pueden parecer similares desde el exterior. Pero mientras que una adicción suele proporcionar algún tipo de recompensa, como un subidón de placer o una evasión temporal, las personas se involucran en compulsiones para aliviar su miedo. Se puede sufrir tanto un trastorno compulsivo como una adicción. Ambas son condiciones tratables.

¿Cuándo buscar ayuda?

Cualquier persona que sufra una adicción o que tema estar sufriendo una adicción puede buscar ayuda de un profesional de la salud mental especializado en esta área. Sólo un profesional capacitado puede evaluar si una persona tiene una adicción, por lo que es importante buscar asesoramiento si es posible. Buscar ayuda para una adicción puede parecer desalentador o incluso aterrador, pero hay varias organizaciones que pueden proporcionar apoyo.

La recuperación de la adicción es posible con apoyo y tratamiento. Las personas que estén preocupadas por su salud mental deben buscar asesoramiento profesional.

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