Hemorragias nasales sin motivo: 5 posibles causas

Escrito por Elena Ramos

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Las hemorragias nasales son frecuentes y, aunque la causa no siempre está clara al principio, la mayoría de los casos son leves y pueden tratarse en casa. Las causas inmediatas de las hemorragias nasales son los traumatismos en la nariz causados por lesiones, las deformidades en el interior de la nariz, la inflamación de la nariz o, en casos raros, los tumores intranasales. Cualquiera de estas condiciones puede provocar una hemorragia de los vasos sanguíneos superficiales de la nariz.

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Tipos de hemorragias nasales

Existen dos tipos de hemorragias nasales: las que se inician en la parte delantera de la nariz, llamadas hemorragias nasales anteriores, y las que se inician en la parte posterior de la nariz, o hemorragias nasales posteriores. Las hemorragias nasales anteriores son muy comunes y no suelen ser peligrosas. Este tipo de hemorragias nasales suelen poder tratarse en casa. El lugar de origen más común de una hemorragia nasal anterior es el tabique, o la parte de la nariz que separa las fosas nasales. Contiene muchos vasos sanguíneos que pueden romperse por un simple rasguño o golpe en la cara. En cambio, las hemorragias nasales posteriores son mucho menos frecuentes. Comienzan en la parte más profunda de la nariz cuando la cavidad nasal está dañada y sangra. Las hemorragias nasales posteriores pueden ser peligrosas, por ejemplo, si la sangre baja por la garganta. Las lesiones en la nariz y la hipertensión arterial son las causas más comunes de las hemorragias nasales posteriores.

Causas de las hemorragias nasales

Las hemorragias nasales repentinas e inexplicables pueden parecer aterradoras, pero normalmente no lo son. Para que te quedes tranquilo en caso de que sufras una, hemos enumerado las causas más comunes, junto con consejos sobre cómo tratar una hemorragia nasal y cuándo buscar atención médica.

  1. Aire seco

El aire seco de la calefacción interior o el frío exterior pueden resecar el revestimiento de la nariz, haciendo que se agriete y sangre. El uso de un humidificador mientras se duerme puede ayudar a aliviar la sequedad, y los aerosoles nasales son útiles para humedecer las fosas nasales.

  1. Problemas de salud subyacentes

Una enfermedad hepática, una enfermedad renal, el consumo crónico de alcohol u otro problema de salud subyacente pueden reducir la capacidad de coagulación de la sangre y, por tanto, provocar hemorragias nasales. Las afecciones cardíacas como la hipertensión (presión arterial alta) y la insuficiencia cardíaca congestiva también pueden provocar hemorragias nasales, al igual que un pico de presión arterial (un aumento repentino y rápido de la presión arterial) que puede ir acompañado de un fuerte dolor de cabeza, falta de aire y ansiedad. Los resfriados, las alergias y el sonarse frecuentemente la nariz también pueden irritar la mucosa nasal y provocar una hemorragia nasal.

  1. Medicamentos anticoagulantes

Dado que la coagulación de la sangre es un paso necesario para prevenir o detener una hemorragia nasal, cualquier medicamento que altere la capacidad de coagulación de la sangre puede provocar una hemorragia nasal o hacerla más difícil de detener. Algunos ejemplos son los anticoagulantes con receta y los medicamentos de venta libre, como la aspirina.

Muchas personas con fibrilación auricular, un trastorno del ritmo cardíaco irregular, toman medicamentos anticoagulantes para prevenir los coágulos. Y si ha sufrido un ataque al corazón, es posible que su médico le haya recomendado que tome aspirina todos los días para evitar que se repita. Los coágulos sanguíneos pueden provocar un ictus o un infarto si se desplazan por el torrente sanguíneo y llegan al cerebro o al corazón, pero los fármacos anticoagulantes habituales que se utilizan para prevenirlos conllevan un mayor riesgo de hemorragia.

  1. Objetos extraños

También pueden producirse hemorragias nasales si se introduce un objeto extraño en la nariz. Esto es más frecuente en los niños pequeños, que exploran su mundo metiéndose objetos en la boca, la nariz o las orejas. Algunos ejemplos de estos objetos son los juguetes pequeños, las piedras, la comida, los chicles y la suciedad.

  1. Hurgarse o rascarse la nariz

La lesión accidental de los vasos sanguíneos de la fosa nasal causada por hurgar en la nariz puede provocar una hemorragia nasal. Esto es común en los niños, pero también en los adultos que tienden a rascarse o picar dentro de la nariz.

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Cómo detener la hemorragia nasal en casa

Sentado e inclinado hacia delante, aplique presión directa para detener la hemorragia pellizcando las fosas nasales durante al menos 10 minutos, respirando por la boca.

También puedes hacer un dispositivo de pellizco para la nariz utilizando una pinza de la ropa.

Si la hemorragia comienza de nuevo, utilice un spray descongestionante nasal para contraer los vasos sanguíneos de la nariz y vuelva a aplicar presión directa para detener la hemorragia. Para evitar otra hemorragia nasal, utiliza suero fisiológico y pomadas tópicas para hidratar el interior de la nariz, pero sólo cuando haya cesado la hemorragia. Y evita hurgarse o rascarse la nariz.

Cuándo buscar ayuda para las hemorragias nasales

Aunque la mayoría de las hemorragias nasales pueden tratarse en casa, algunas son graves y requieren intervención médica. Las hemorragias nasales rara vez ponen en peligro la vida. Pero en algunas circunstancias, por ejemplo si está tomando anticoagulantes, las hemorragias nasales pueden ser muy preocupantes y requerir atención médica.

Tener más de una hemorragia nasal a la semana también es una señal de que debes hablar con tu médico. Si las hemorragias nasales son recurrentes, tanto si se toman anticoagulantes como si no, es conveniente acudir a su médico de cabecera. Esto se debe a que las hemorragias nasales recurrentes pueden indicar otros problemas médicos más graves.

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