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Se calcula que alrededor del 70% de los cánceres colorrectales que se producen cada año en los países industrializados son consecuencia del estilo de vida occidental, caracterizado por una mala alimentación, el exceso de peso corporal y la inactividad física. Por ejemplo, los estudios demuestran que las personas que comen mucha carne roja y charcutería tienen un riesgo aproximadamente un 30% mayor de desarrollar este cáncer que las que comen muy poco. Combinados con el sobrepeso y el sedentarismo, estos hábitos de vida crean condiciones proinflamatorias que favorecen en gran medida el desarrollo del cáncer colorrectal.
Prevenir la recaída en la medida de lo posible
Este impacto del estilo de vida no se limita al desarrollo del cáncer colorrectal, sino que también podría influir en el riesgo de recurrencia en personas que han padecido la enfermedad. Este es un punto muy importante, ya que la detección temprana de los tumores, combinada con los avances médicos en el tratamiento de estos cánceres, significa que cada vez más personas sobreviven al cáncer colorrectal y, por tanto, tienen necesariamente un mayor riesgo de volver a desarrollarlo. Hasta ahora, se han propuesto cuatro factores principales que pueden aumentar la probabilidad de sobrevivir al cáncer colorrectal:
Más vegetales, menos carne roja
Además de aumentar el riesgo de cáncer colorrectal, el consumo de carnes rojas y embutidos también se asocia a una reducción significativa de la supervivencia en los pacientes afectados por esta enfermedad. Las personas que consumen regularmente estos alimentos después del diagnóstico tienen casi el doble de probabilidades de morir de cáncer. Estos efectos se agravan aún más si el consumo de carnes rojas y embutidos forma parte de una dieta «occidental», es decir, con un alto contenido de azúcares añadidos y harinas refinadas: los estudios indican que este tipo de patrón dietético triplica el riesgo de muerte en los pacientes con cáncer colorrectal, en comparación con los que siguen una dieta más saludable, baja en carnes rojas pero alta en plantas.
Ejercicio
Un gran número de estudios muestra que los supervivientes de cáncer que son más activos físicamente también viven más tiempo. Esto es especialmente cierto en el caso del cáncer colorrectal, con una reducción a la mitad de la mortalidad para las personas más activas tras el diagnóstico. Sea cual sea la naturaleza del ejercicio (caminar, correr, montar en bicicleta, hacer yoga, nadar), lo importante es ponerse en movimiento: se debe considerar que la actividad física regular reduce el riesgo de recurrencia y mejora su esperanza de vida.
Mantener un peso corporal normal
El sobrepeso y la obesidad no sólo son factores de riesgo del cáncer colorrectal, sino que el sobrepeso aumenta significativamente el riesgo de recurrencia de la enfermedad. Mantener un peso corporal normal debe ser una prioridad para todas las personas que quieran prevenir una recaída.
4 tazas de café al día
Recientes hallazgos sugieren que el consumo regular de café también puede mejorar las posibilidades de sobrevivir al cáncer colorrectal. Al examinar los hábitos alimenticios de los pacientes que habían sido tratados con cirugía y quimioterapia por un cáncer de colon en fase III, los científicos descubrieron que los que consumían cuatro o más tazas de café al día tenían un 42% menos de recaídas de su cáncer y un 33% menos de mortalidad general.
Este es un componente esencial del tratamiento del cáncer.
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