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Las pastillas anticonceptivas contienen componentes hormonales (estradioles y progestinas) que en algunos casos pueden generar efectos secundarios, como un indeseado incremento en el peso corporal.
Esta situación te puede colocar en la disyuntiva de si dejar o no de tomarlas por cierto tiempo. Conoce qué hacer si tu preocupación es el peso por la píldora o con otro método anticonceptivo.
Los efectos varían de una persona a otra
Lo primero que debes hacer si no quieres embarazarte es guiarte por un ginecólogo, a fin de precisar qué anticonceptivo te conviene más y determinar si la causa de un posible sobrepeso está realmente vinculada con el método de protección adoptado.
Las proporciones de las hormonas sintéticas con las que de forma diferente están hechas las píldoras, pueden provocar tanto un aumento como una pérdida de peso.
Igual puede suceder con los DIU y otros dispositivos, aunque es el método oral el que desarrollaría un mayor apetito, además de una eventual retención de líquido por su concentración de estrógeno.
Sin embargo, los efectos de tomar anticonceptivos varían de acuerdo al metabolismo y predisposición genética de cada persona, tal como lo reveló un trabajo investigativo de la Biblioteca Cochrane.
El tiro por la culata
Resulta claro que suspender las anticonceptivas no garantiza que vas a rebajar de peso, un objetivo que pasa por asumir medidas más relacionadas con los hábitos de vida.
En cambio, dejar de tomar las píldoras u otro método sí puede acarrear consecuencias como un embarazo y sufrir malestares que con los anticonceptivos se habían minimizado o desaparecido, como cefaleas, ganas de vomitar, calambres, alteraciones en el humor; así como otros que son propios del síndrome premenstrual.
Al mismo tiempo, en el proceso de ovulación dejarán de interferir los niveles de estrógenos y progesterona que aportan los anticonceptivos, por lo que podrían desencadenarse otros síntomas adicionales.
Primordial: mejora lo que comes
Si bien las píldoras pueden generar más ganas de comer, existen alternativas para contrarrestar el aumento de peso. Una opción saludable es tomar agua, litro y medio al día es lo ideal para ayudar a eliminar los líquidos tóxicos del organismo y regular la orina.
Además, lo primordial para mantenerse delgado es una buena alimentación, la que va a reducir los riesgos de padecer enfermedades y trastornos, incluidos los hormonales.
Debes comer alimentos ricos en proteínas, fibras, minerales y vitaminas. Así como hacer un uso prudente de la sal y reducir el consumo de productos cargados de calorías.
Es necesario, por supuesto, hacer ejercicios, aunque sean 30 minutos diarios, pues ayudan a perder unas 500 calorías al día, a mantenerse en forma, además de aliviar cualquier afección hormonal.