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No es sólo un gesto de grosería, comer con el móvil en la mesa es uno de esos malos hábitos que debemos abandonar, también porque, resulta que puede tener serias repercusiones en nuestra silueta.
Sí, tienes razón. Aparentemente, de acuerdo con varios estudios científicos, chatear, responder a correos electrónicos y ver fotos e historias en Instagram mientras se come puede poner seriamente en peligro nuestra línea.
¿Así que comer con el móvil en la mesa te hace engordar?
La respuesta es sí, la razón es fácil de adivinar.
Según los expertos, consumir comidas de forma distraída, mientras se está con la mente en otra parte o particularmente concentrado entre notificaciones y similares, corre el riesgo de influir también en nuestras elecciones en la mesa y de empujarnos a comer mucho más de lo habitual con consecuencias inevitables para el peso y la salud.
De hecho, un grupo de investigadores holandeses ha establecido que comer con un teléfono móvil en la mesa conlleva un mayor consumo de alimentos grasos y también un aumento significativo de la ingesta de calorías, que puede llegar al 15%, mucho más que aquellos que disfrutan de la comida sin ningún tipo de distracción.
Para evitar la ingesta de calorías adicionales y, por tanto, el aumento de peso en la báscula, cuando esté en la mesa los aparatos electrónicos deben estar apagados para que esté bien enfocado en lo que está comiendo y entienda cuándo está suficientemente saciado.
Y las consecuencias de este mal hábito no son sólo el peso. Aparentemente, de hecho, sentarse a la mesa con el teléfono móvil siempre en la mano también puede promover el estrés y la tensión, dos grandes enemigos del cortisol, la hormona que estimula el hambre y hace explotar el pico glucémico.
Una pista muy interesante para pensar, sobre todo en este período festivo en el que a menudo nos encontramos en la mesa comiendo y es mejor recordar que es mejor guardar el smartphone.
