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¿Son los suplementos de vitamina C tan seguros o debemos temer las contraindicaciones, las interacciones con otros medicamentos y los posibles problemas de sobredosis? Antes de responder a estas preguntas, es esencial saber cuál es la ración diaria recomendada, para poder comprender hasta dónde se puede llegar para que un producto surta efecto.
El requerimiento diario de vitamina C es de 70mg para las mujeres y 90mg para los hombres, pero puede alcanzar hasta 105mg por día en caso de mayor necesidad, como en la fase de embarazo. En principio, con una dieta equilibrada, en la que hay frutas y verduras ricas en ácido ascórbico, la ración diaria recomendada es ciertamente satisfactoria.
Pero a menudo, especialmente en los casos de mayor necesidad (además de las mujeres embarazadas, incluso en el caso del escorbuto) y como un tratamiento de fortalecimiento del cuerpo en vista del invierno, el consumo en la mesa puede no ser suficiente. En estos casos, el propio médico sugerirá los suplementos de vitamina C, monovitamínicos o multivitamínicos más adecuados, a menudo con la adición de zinc y extractos botánicos que son inmunes.
Contar con el asesoramiento de un profesional, evitando el bricolaje, nos permite no tener efectos secundarios por sobredosis o riesgo de ralentizar la absorción de otros medicamentos. Una cosa a saber es que las dosis en los suplementos de vitamina C son generalmente bastante altas, pero generalmente se ha demostrado que son seguras entre 500 y 1000mg/día en adultos.
Una vez superado este umbral, que sin embargo podría crear algunos problemas incluso en los sujetos más sensibles, náuseas, diarrea, sofocos, cefaleas y dolores de estómago, puede producirse la formación de cálculos renales. En general, las personas con problemas renales deben tener mucho cuidado al tomar suplementos de vitamina C, al igual que las personas que están tomando terapias basadas en Coumadin o píldoras anticonceptivas que contienen alguna forma de estradiol, etinilestradiol o mestranol.
Afortunadamente para nosotros, la sobredosis, excepto para cantidades muy grandes de vitamina C, es un riesgo poco común, ya que nuestro cuerpo no tiene la capacidad de almacenarla. Sin embargo, si experimentamos los síntomas descritos anteriormente, nos ponemos en contacto con el médico.
