Úlceras y cáncer de estómago: El brócoli puede ayudar a mejorar

Escrito por Lina Rodríguez Fernandez

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Las úlceras de estómago son causadas por una bacteria con forma de hélice llamada Helicobacter pylori. Además de su capacidad para desencadenar úlceras y sensaciones de acidez estomacal, está a la vanguardia de la promoción de la aparición del cáncer de estómago. Un reciente estudio japonés ha demostrado que los brotes jóvenes de brócoli, muy ricos en sulforafano, pueden reducir a la mitad la cantidad de Helicobacter pylori presente en el estómago.

El Helicobacter pylori es una bacteria muy especial que tiene la característica de infectar específicamente los estómagos de los primates, incluidos los humanos. Esta infección es posible gracias a ciertas propiedades exclusivas de esta bacteria; entre ellas su forma espiral, que le permite escurrirse a través de la mucosidad que cubre el revestimiento del estómago; sus flagelos, que le confieren una gran movilidad, y su producción de amoníaco, que la protege de las condiciones altamente ácidas del estómago (la bacteria segrega una enzima, la ureasa, que convierte la urea en amoníaco y forma así un escudo alcalino que neutraliza la acidez a su alrededor).

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Una serie de adaptaciones muy eficaces; ya que los análisis genéticos indican que esta bacteria ha coexistido con los humanos durante al menos 100.000 años. Alrededor de la mitad de la población mundial sigue infectada con H. pylori en la actualidad.

De las úlceras estomacales al cáncer de estómago

La presencia de H. pylori en el estómago es problemática; esta bacteria causa la formación de lesiones inflamatorias (gastritis crónica) que pueden convertirse en úlceras o, peor aún, en cáncer de estómago. Este descubrimiento, realizado en 1983 por investigadores australianos (Dr. Barry Marshall y Dr. Robin Warren), fue ridiculizado durante varios años porque el dogmatismo médico de la época culpaba al estrés de las úlceras gástricas. Pero, como la verdad siempre triunfa en la ciencia, el descubrimiento de los Dres. Marshall y Warren demostró ser un gran avance en nuestra comprensión de las enfermedades estomacales, lo que les valió el Premio Nobel de Medicina en 2005.

El Helicobacter pylori libera una toxina cancerígena en el estómago

Una de las consecuencias más graves de la infección por H. pylori es, por supuesto, el aumento del riesgo de cáncer de estómago; riesgo que es unas 6 veces mayor en las personas con la infección que en las que no. Este efecto cancerígeno de la bacteria es por causa de la secreción de una toxina llamada CagA (gen A asociado a la citotoxina); esta penetra en las células de la mucosa gástrica y cambia su estructura y función.

Un estudio reciente ha logrado dilucidar el mecanismo utilizado por H. pylori para inyectar esta toxina cancerígena en las células del estómago y promover así el desarrollo del cáncer.

Es un proceso muy elegante, que puede separarse en dos fases distintas:

En primer lugar, los científicos alemanes han observado que la bacteria produce una enzima (HtrA); esta enzima actúa como una especie de tijera molecular para disminuir la tensión de la membrana mucosa. En condiciones normales, las células de esta membrana mucosa se adhieren firmemente entre sí para evitar que el ácido del estómago dañe el estómago.

Durante una infección por H. pylori, la producción de la enzima HtrA da lugar a la destrucción de tres proteínas que participan en la formación de esta barrera (oclusina, claudina-8 y cadherina E), lo que permite a la bacteria apretarse entre las células.

Una vez en lo profundo de la mucosa, la bacteria utiliza las proteínas de la superficie, una especie de antenas moleculares, para unirse a una proteína de las células (integrina) e inyectar su toxina cancerígena. La toxina puede entonces perturbar el funcionamiento normal de las células y crear una inestabilidad que favorecerá la adquisición de mutaciones cancerosas.

Sulforafano: el arma secreta del brócoli para reducir la cantidad de bacterias

En general, la infección por H. pylori permanece asintomática durante varios años antes de generar signos clínicos (dolor gástrico). Es importante buscar atención médica inmediata si aparecen estos signos, especialmente en el caso de las personas que tienen antecedentes familiares (padre, madre, hermanos) de cáncer de estómago (la infección suele transmitirse durante la infancia).

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Además, es interesante observar que algunos estudios han demostrado que el sulforafano, una molécula contenida en el brócoli, tiene actividad antibiótica contra el H. pylori y que el consumo regular de este vegetal podría tener un efecto protector contra esta bacteria. Por ejemplo, un estudio clínico realizado en el Japón muestra que el consumo de brotes de brócoli, una fuente excepcional de sulforafano, puede reducir a la mitad la cantidad de H. pylori presente en las membranas mucosas de las personas infectadas.

Fuentes:

Tegtmeyer N et coll. « Helicobacter pylori employs a unique basolateral type IV secretion mechanism for CagA delivery ». Cell Host Microbe 2017 ; 22 : 552-560.

Yanaka A et coll. « Dietary sulforaphane-rich broccoli sprouts reduce colonization and attenuate gastritis in Helicobacter pylori-infected mice and humans ». Cancer Prev Res. 2009 ; 2 : 353-60.

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