De la vitamina D para aliviar los síntomas del eczema

Escrito por Lorena Molina Perez

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El eczema es una afección cutánea inflamatoria que afecta principalmente a los niños y adolescentes. También conocida como dermatitis atópica, esta condición puede persistir en la edad adulta y está asociada con una tendencia a desarrollar enfermedades alérgicas.

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En Salud y Alimentación, exploraremos el vínculo entre la vitamina D y el eczema, así como el papel que juega esta vitamina en el manejo de los síntomas. También analizaremos la cantidad de vitamina D que las personas necesitan y quiénes corren el riesgo de tener deficiencia.

El vínculo entre la vitamina D y el eczema

La vitamina D es conocida por su función en la regulación del sistema inmunológico. Algunas investigaciones sugieren que la deficiencia de vitamina D puede estar relacionada con el desarrollo del eczema y que la suplementación con vitamina D puede ayudar a aliviar los síntomas. Se cree que la vitamina D tiene propiedades de regulación inmunológica y puede influir en la expresión de los genes.

Un estudio de revisión realizado en 2015 propone la «hipótesis de la vitamina D», que sugiere que niveles más bajos de esta vitamina están relacionados con el eczema. Esta hipótesis se basa en investigaciones que muestran que las personas que viven en latitudes más altas, con menos exposición solar o con piel más oscura, son más propensas a tener deficiencia de vitamina D. El estudio también destaca que el eczema es más común en estas regiones geográficas. La vitamina D protege la función de barrera de la piel, lo que ayuda a prevenir las infecciones. Además, suprime la inflamación cutánea al aumentar y regular las células inmunológicas.

Foto: Freepik

La vitamina D también afecta la expresión de los genes, lo que, según los científicos, podría predisponer a los niños al eczema. El estudio de revisión de 2015 también señala que los bebés pueden volverse deficientes en vitamina D si no reciben suficiente en la leche materna, aunque se necesitan más estudios para confirmarlo.

Investigaciones sobre la vitamina D y el eczema

Hasta el momento, los científicos consideran que no hay suficiente evidencia científica para recomendar el uso de vitamina D como tratamiento para el eczema. Se indica que los suplementos de vitamina D pueden ser útiles durante el invierno, pero las personas deben tener cuidado con la cantidad que toman, ya que dosis altas pueden ser tóxicas.

Sin embargo, la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología destaca que ha habido un aumento reciente en los estudios que relacionan la deficiencia de vitamina D con el eczema. Por lo tanto, si un médico diagnostica una deficiencia de vitamina D, puede recetar suplementos.

Una revisión sistemática de 2018 que analizó 21 publicaciones encontró que niveles más bajos de vitamina D estaban asociados con la gravedad del eczema, y que la suplementación mejoraba los síntomas en el 67% de las personas. Una revisión más antigua de 2016 sugiere que los suplementos de vitamina D reducen la gravedad del eczema y son una terapia segura y tolerable. Sin embargo, los investigadores señalan que se necesitan estudios prolongados y a mayor escala para confirmarlo.

¿Qué es una deficiencia de vitamina D?

Los médicos evalúan los niveles de vitamina D mediante un análisis de sangre que mide una forma de vitamina D llamada 25-hidroxivitamina D (25(OH)D) en nanomoles por litro (nmol/l) o en nanogramos por mililitro (ng/ml). Un nmol/l equivale a 0,4 ng/ml. Se considera que niveles de 50 nmol/l (20 ng/ml) o más son suficientes para la mayoría de las personas para la salud ósea y general.

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Sin embargo, una actualización de 2020 sobre el estado actual en el mundo sugiere que la mayoría de los autores consideran que un rango por debajo de 75 nmol/l (30 ng/ml) es una deficiencia. Además, niveles de 25(OH)D de 25-30 nmol/l (10-12 ng/ml) aumentan el riesgo de osteomalacia y raquitismo nutricional, y los médicos clasifican esta situación como una deficiencia grave.

Suplementación con vitamina D

Los adultos necesitan de 15 a 20 microgramos (mcg), o 600 a 800 unidades internacionales (UI), de vitamina D al día, y los niños de 10 a 15 mcg (400 a 600 UI) según su edad. Las personas obtienen vitamina D a través del sol o los alimentos, pero también pueden considerar tomar un suplemento. Hay dos formas de vitamina D disponibles como suplemento: vitamina D2 (ergocalciferol) y vitamina D3 (colecalciferol). Ambas pueden estar presentes en un suplemento multivitamínico y mineral. Sin embargo, algunas formas de vitamina D3 no son adecuadas para veganos, ya que se obtienen de la lana de oveja. Los veganos pueden optar por vitamina D3 fabricada a partir de líquenes o vitamina D2.

Aunque ambas formas aumentan los niveles de vitamina D en la sangre de una persona, la vitamina D3 puede aumentarlos más y durante más tiempo que la vitamina D2. Además, como la vitamina D es liposoluble, se absorbe mejor cuando se consume con alimentos que contienen grasas. Una suplementación excesiva de vitamina D puede ser perjudicial, y niveles muy altos de vitamina D en la sangre (superiores a 375 nmol/l o 150 ng/ml) pueden causar náuseas, debilidad muscular, confusión, dolor, pérdida de apetito, deshidratación, micción y sed excesivas y cálculos renales. Niveles extremadamente altos pueden incluso provocar la muerte, y la sobredosis de vitamina D casi siempre se debe a una suplementación excesiva.

Además, los suplementos de vitamina D pueden interactuar con ciertos medicamentos, ya sea reduciendo la cantidad de vitamina D absorbida por el cuerpo o afectando la eficacia de un medicamento. Estos medicamentos incluyen esteroides, estatinas y diuréticos tiazídicos. Por lo tanto, las personas que toman medicamentos deben consultar a un médico para saber si los suplementos de vitamina D son apropiados.

Límites superiores de vitamina D

Los límites superiores diarios de vitamina D proveniente de todas las fuentes, incluyendo alimentos, bebidas y suplementos, son los siguientes:

  • De 0 a 6 meses: 25 mcg (1,000 UI)
  • De 7 a 12 meses: 38 mcg (1,500 UI)
  • De 1 a 3 años: 63 mcg (2,500 UI)
  • De 4 a 8 años: 75 mcg (3,000 UI)
  • 9 años en adelante, incluyendo mujeres embarazadas y lactantes: 100 mcg (4,000 UI)

Quiénes corren el riesgo de tener deficiencia de vitamina D

Algunos grupos de personas pueden tener un mayor riesgo de deficiencia de vitamina D. Aquellas personas que consumen exclusivamente leche materna, los adultos mayores, aquellos que rara vez exponen su piel al sol, las personas de piel más oscura y aquellos que tienen problemas de salud que limitan la absorción de grasas por parte de su cuerpo, como la enfermedad de Crohn, la enfermedad celíaca o la colitis ulcerosa, corren un mayor riesgo de deficiencia de vitamina D. Además, las personas obesas o que se han sometido a un bypass gástrico también pueden tener un mayor riesgo de deficiencia.

Algunas investigaciones establecen una conexión entre la deficiencia de vitamina D y el eczema, y sugieren que la suplementación con vitamina D puede aliviar los síntomas. Dado que la vitamina D regula el sistema inmunológico, puede proteger la barrera cutánea y prevenir la inflamación. La vitamina D también influye en la expresión de los genes, y algunas investigaciones sugieren que la deficiencia de vitamina D in utero puede predisponer a una persona al eczema.

Algunas personas pueden estar más expuestas a deficiencia de vitamina D, especialmente aquellas con piel más oscura, bebés amamantados y personas que no exponen su piel al sol. Las personas que pertenecen a estos grupos pueden necesitar consultar a un médico para evaluar sus niveles de vitamina D. Si se diagnostica una deficiencia, una persona puede tomar un suplemento de vitamina D, pero debe asegurarse de mantenerse dentro de los límites superiores de seguridad.

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