Los sorprendentes beneficios del trasplante fecal

Escrito por Elena Ramos

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El trasplante fecal consiste en que un médico trasplante heces de un donante sano a otra persona para restablecer el equilibrio de las bacterias en su intestino. Los trasplantes fecales pueden ayudar a tratar infecciones gastrointestinales y otras afecciones. El sistema digestivo depende de las bacterias beneficiosas para absorber los nutrientes y digerir los alimentos de forma eficiente, pero algunas condiciones médicas y los antibióticos pueden destruir estas bacterias buenas. Un trasplante fecal es una forma de reintroducirlos.

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La bacterioterapia y el trasplante de microbiota fecal (TFM) son otros nombres del trasplante fecal.

En este artículo aprenderá cómo funciona el trasplante fecal y qué afecciones puede tratar.

¿Qué es un trasplante fecal?

Los trasplantes fecales pueden ayudar a tratar una serie de enfermedades. Un trasplante fecal de un donante sano favorece el crecimiento de bacterias sanas en el organismo del receptor, lo que puede curar algunas infecciones y reducir la gravedad de algunos problemas de salud intestinal. El intestino alberga un delicado equilibrio de millones de bacterias. Cuando estas bacterias están desequilibradas, la persona puede sufrir diarrea y otros problemas intestinales.

En algunos casos, los antibióticos que tratan las infecciones intestinales también matan las bacterias beneficiosas. Por ejemplo, alrededor del 20% de las personas que toman antibióticos para Clostridium difficile, una infección bacteriana común del estómago que causa diarrea, vuelven a desarrollar la enfermedad. Esta recurrencia puede deberse a que los antibióticos han alterado el microbioma intestinal. En este caso, la reintroducción de bacterias buenas mediante un trasplante fecal puede ser útil.

En la mayoría de los casos, el médico pasa las heces del donante al receptor a través de un colonoscopio. El colonoscopio es un pequeño tubo flexible que el médico puede introducir en el colon a través del recto. Las personas suelen tomar medicamentos sedantes antes del procedimiento para no sentir ningún dolor ni molestia. Otro método consiste en inyectar heces líquidas a través de un enema en lugar de utilizar un colonoscopio. El trasplante fecal tiene sus orígenes en la antigua medicina china, hace más de 1.700 años. En el pasado, este procedimiento implicaba beber una suspensión líquida de las heces de otra persona, una técnica muy arriesgada. Los trasplantes fecales actuales son estériles y seguros, y cada vez hay más investigaciones que apoyan su uso.

Curar la enfermedad inflamatoria intestinal con un trasplante fecal

Las personas con EII pueden beneficiarse de los trasplantes fecales. Los médicos utilizan principalmente los trasplantes fecales para tratar la enfermedad asociada a C. difficile (CDAD).

Las investigaciones demuestran sistemáticamente que los trasplantes fecales son muy eficaces en el tratamiento de esta peligrosa enfermedad.

En un ensayo a pequeña escala realizado en 2014, el 70% de los participantes no presentaron síntomas tras un único tratamiento de trasplante fecal. La tasa de curación global fue del 90% en aquellos que se sometieron a múltiples tratamientos. Los participantes también tuvieron menos deposiciones y calificaron su salud general como mejor después del tratamiento. Otros estudios han informado de tasas de éxito similares. Los médicos también pueden recomendar los trasplantes fecales para tratar otros trastornos gastrointestinales. Por ejemplo, los problemas con las bacterias intestinales pueden causar o empeorar la enfermedad inflamatoria intestinal (EII).

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Los investigadores han descubierto que los trasplantes fecales pueden ayudar a tratar la EII, aunque su eficacia varía según los estudios. Una revisión de 2016 descubrió que las tasas de éxito en los ensayos oscilaban entre el 36,2% y el 77,8%, lo que pone de manifiesto la necesidad de seguir investigando.

Los trasplantes fecales también pueden ayudar en el caso del síndrome del intestino irritable (SII), una afección poco conocida que provoca una amplia gama de problemas digestivos. La investigación sobre el trasplante fecal en este ámbito aún está en pañales, pero los autores del estudio mencionado señalaron que en un estudio de 13 personas con SII, el trasplante fecal resolvió los síntomas en el 70% de los participantes.

Investigación sobre el trasplante fecal

La investigación sobre los efectos más amplios de las bacterias intestinales aún está en desarrollo, pero si la salud intestinal afecta a la salud general, los trasplantes fecales podrían tratar una serie de enfermedades. Algunas investigaciones han relacionado la salud intestinal con otras enfermedades, como la demencia. Estas asociaciones pueden existir porque la salud intestinal afecta a la capacidad del organismo para absorber y utilizar los nutrientes.

Los autores de una revisión de 2016 sugirieron que los trasplantes fecales podrían tratar potencialmente afecciones como:

  • Diabetes
  • síndrome de fatiga crónica
  • fibromialgia
  • obesidad
  • trastornos del estado de ánimo, como la depresión
  • enfermedad del hígado graso no alcohólico
  • fiebre del heno
  • artritis
  • asma
  • eczema

Riesgos y consideraciones

Los antibióticos pueden aumentar el riesgo de complicaciones tras el trasplante fecal. La mayoría de los estudios sugieren que los trasplantes fecales son seguros, especialmente cuando la muestra procede de un donante sano y cuidadosamente controlado. Tomar antibióticos después de un trasplante fecal puede provocar complicaciones. Por lo tanto, es importante informar al médico de cualquier medicación o antibiótico actual. Del mismo modo, una persona debe mencionar un trasplante fecal reciente si está recibiendo antibióticos por una infección.

Aunque las investigaciones han demostrado que los trasplantes fecales son seguros, muchas personas están preocupadas por el procedimiento.

Algunas personas temen que el trasplante de las heces de otra persona a su cuerpo sea peligroso o sucio. Sin embargo, las personas con enfermedades crónicas o que ponen en peligro su vida pueden ignorar el factor «asqueroso». Un estudio de 2016 identificó varios factores de riesgo para el fracaso del trasplante fecal, entre ellos los siguientes:

  • ser mujer
  • hospitalización previa
  • cirugía reciente antes del trasplante

La idea de aceptar las heces de un donante sano puede parecer extraña, pero la ciencia en la que se basan los trasplantes fecales está cada vez más extendida. Cuando otros tratamientos fracasan, este innovador procedimiento puede restablecer de forma natural la salud del intestino, permitiendo el crecimiento de bacterias beneficiosas, la lucha contra las infecciones y la mejora de la salud de la persona. No todos los médicos están familiarizados con los trasplantes fecales, por lo que es importante consultar a un experto con suficiente experiencia en este procedimiento.

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