Muchas veces sucede que al guardar los plátanos en el refrigerador, estos se vuelven negros o de un color café muy oscuro. A este fenómeno se llama lesión por frío.
La lesión por frío sucede porque las bajas temperaturas generan un estrés en los alimentos de origen vegetal, que cambia la permeabilidad de sus membranas celulares. El estrés del frío provoca que se oxiden los fenoles (encargados del color amarillo de la piel del plátano), dando como resultado que se vuelven de color negro. A la pulpa no la afecta, pues esta no contiene tantos fenoles.
Este cambio generado por el frío sucede en todas las frutas. Pero los plátanos son mucho más sensibles a este y por eso se vuelven negros tan fácilmente. La temperatura que los expertos recomiendan para almacenarlos, no debe superar los 13°C.
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