La forma, color, frecuencia y olor de las heces proporcionan información sobre el estado de salud

Escrito por Elena Ramos

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Las heces es el resultado de toda la comida que comemos y que no es absorbida por el cuerpo. Cuando comemos, los alimentos sufren un proceso en el que se convierten en nutrientes a través de la digestión antes de ser ingeridos por el cuerpo. Parece extraño ser consciente del color y la estructura de las heces, sin embargo, son dos pistas significativas que nos dicen sobre nuestro estado de salud. A continuación te contamos lo que significan los diferentes colores y texturas de nuestras heces.

El color de las heces refleja el estado de tu salud

Las heces pueden tomar diferentes colores dependiendo de la comida que comas, la medicación que tomes o tu estado de salud.

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Una deposición marrón se considera normal a menos que se vea sangre. Pueden aparecer otras variaciones como el verde o el rojo. Generalmente, las heces son de color rojo luego de comer remolacha o alimentos rojos. Este color también puede por causa de una hemorragia, a menudo leve.

Las heces incoloras pueden ser causadas por una obstrucción de los conductos biliares que libera una sustancia que colorea las heces.

En cuanto a las heces amarillas, si persisten y si el olor es fuerte, lo mejor que se puede hacer es consultar a un médico, podría indicar un problema en el páncreas.

Una deposición de color negro es por lo general consecuencia del consumo de hierro o de hemorragias, si persiste mientras no se toma hierro, es necesario consultar a un médico. También es importante consultar si un color vuelve con demasiada frecuencia o persiste, ya que podría ser un síntoma de un problema mayor. Ten en cuenta que la presencia de sangre en las heces no siempre es grave (por ejemplo, un signo de cáncer), a veces esta sangre es simplemente de las hemorroides.

La forma de las heces indica si es necesario reequilibrarlas o no

La estructura de las heces se construye de acuerdo a muchos parámetros. Un suministro suficiente de fibra, por ejemplo, facilita el movimiento de los intestinos, lo que es beneficioso para la salud. La fibra atrae la humedad y hace que las heces sean más blandas, una señal de que la digestión va bien. Las heces de las personas sanas son generalmente lisas y poco pegajosas, con poco olor. Según los expertos, no dejan una marca en el papel higiénico.

Cuando se altera la función intestinal, el proceso puede ir demasiado rápido, lo que significa que no hay suficiente tiempo para absorber la humedad de las heces. Las heces se vuelven muy fluidas y blandas, como la diarrea. En este caso, se debe prestar atención a la dieta. Esto también puede deberse a una gastroenteritis o a una infección de origen alimentario, por lo que es aconsejable consultar a un médico. Si las heces son demasiado líquidas, debes beber mucho líquido para evitar el riesgo de deshidratación.

De lo contrario, si el proceso es demasiado lento en el intestino, se extraerá toda la humedad y las heces se volverán duras o incluso secas como en el caso del estreñimiento. En este caso, las heces a menudo vienen en forma de pequeñas bolas o pequeñas salchichas, que son difíciles de expulsar. Por esta razón, es importante ir al baño tan pronto como sea necesario, ya que mantener las heces en su lugar puede hacer que se sequen aún más. Cuando están demasiado duros, es aconsejable beber mucha agua, comer alimentos ricos en fibra y hacer ejercicio para estimular el movimiento intestinal. Esto ayudará al proceso y los hará más flexibles.

¿Cuántas veces al día debo defecar?

Es perfectamente normal ir al baño dos o tres veces, después de cada comida por ejemplo. Dependiendo del cuerpo, este ritmo puede ser diferente, por ejemplo, una vez al día y todos los días, pero esto no debe ser motivo de preocupación. Si sus hábitos cambian repentinamente y va menos de 3 veces a la semana o, por el contrario, va varias veces al día con heces blandas o líquidas, es aquí donde debe estar atento, porque podría tratarse de estreñimiento o diarrea respectivamente.

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Las heces también tienen un olor, pero no deben ser demasiado fuertes. Si tus heces tienen un olor persistente, más fuerte y peor que el habitual, presta atención a su estructura. Una textura fina y pegajosa requiere el consejo de un médico. Si los cambios desaparecen después de unos días, es a la dieta y al estilo de vida a lo que hay que prestar atención.

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