La revista Journal of Hepatology Report, publicó recientemente un estudio referente al manejo de los pacientes obesos y con esteatosis hepática. El estudio fue hecho por la Universidad de Bari Aldo Moro y básicamente habla sobre las causas de la disfunción del hígado graso, relacionado con la obesidad y otras enfermedades.
La obesidad y la esteatosis hepática o hígado graso, son enfermedades que frecuentemente son padecidas al tiempo y progresan rápidamente; de hecho, el hígado graso es una de las grandes causas de la enfermedad hepática crónica.
Cuando un paciente sufre de esteatosis hepática, por lo general también sufre de otras alteraciones metabólicas como sobrepeso, obesidad, diabetes, etc.; pero estas no dependen como tal de causas virales o ingesta de alcohol. Es sumamente importante diagnosticar y tratar estas enfermedades a tiempo, pues si no se hace, podrían ser causas de disfunciones mitocondriales, alterando progresivamente el hígado; esto haría que se presenten cuadros más graves con necrosis celular y fibrosis, incluso cirrosis y cáncer de hígado.
Según el profesor Piero Portincasa, líder de la investigación, el estudio demuestra que «la acumulación de grasa puede provocar una reducción temprana de la capacidad del hígado para extraer sustancias del intestino a través del flujo portal y puede alterar el funcionamiento de los microsomas, orgánulos cuya función es esencial en el hepatocito. Este tipo de pruebas tiene un papel fundamental en la prevención secundaria de las complicaciones más graves de la esteatosis».
Los investigadores también explicaron que hay una forma de descubrir estas alteraciones que son causas de la disfunción del hígado graso. Se trata de un procedimiento sencillo y no invasivo: la prueba del aliento con isótopo estable carbono 13; esta estudia la función hepática residual.
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