Todos hemos escuchado hablar de la vitamina C desde que éramos muy pequeños y nuestras madres nos pedían terminarnos todo el jugo de naranja para que no nos enfermáramos. Esta vitamina es en nutriente esencial que no puede faltar en nuestra dieta, ya que posee un sinfín de beneficios para nuestra piel, nuestra sangre, nuestro cerebro y nuestra salud en general.
Pero, ¿qué es la Vitamina C Liposomal?
Los liposomas son burbujas muy pequeñas de grasa buena que protegen y ayudan a transforman la vitamina C por todo tu cuerpo. La ventaja principal de consumir vitamina C de tipo liposomal, es que esta va directamente a la sangre, evitando así cualquier tipo de malestar estomacal o intestinal que esta vitamina pueda producirte.
Puedes conseguir vitamina C Liposomal en cualquier farmacia de tu preferencia, y además puedes escoger entre varias presentaciones, como líquida, en cristales, en cápsula y en sobres de polvo.
¿Cuánta vitamina C Liposomal debería consumir?
Esto dependerá de tu condición física y de salud. Si eres una persona saludable, independientemente que ya seas parte de la tercera edad, bastará con tomar de 100 a 200 mg al día. Si eres una persona deportista, atlética y sumamente activa, sin importar tu edad, unos 300 o 600 mg serán perfectos para ti. En cambio, si sufres de enfermedades cardíacas, de algún tipo de cáncer o desear curar rápidamente una infección, puedes consumir entre 800 y 1200 mg diarios.
Si la piensas tomar en cápsulas, bébelas con agua fría y el estómago vacío, 15 minutos antes de cualquier comida. Si es más de una cápsula diaria, es recomendable tomarse una en la mañana y una en la tarde, o repartirlas como mejor te parezca en las distintas comidas del día.
Si prefieres tomarla en forma líquida, en cristales o en polvo, debes tener muy en cuenta que su sabor tiende a ser un poco amargo, por lo que te aconsejamos mezclarla con jugo en lugar de agua. Así no te molestará tanto su sabor.
¿Cuáles son los beneficios de la Vitamina C Liposomal?
Lo mejor de la vitamina C Liposomal, es que puede prevenir y curar enfermedades simples como alergias, fiebres, problemas de tipo ocular, respiratorio, así como ayudar en distintos tipos de cáncer, o enfermedades como el ébola e incluso el sida, además de contrarrestar los efectos negativos de la quimioterapia.
Esta vitamina es tan fuerte y potente, que muchas personas afirman haberse curado infecciones y enfermedades como la neumonía en cuestión de días gracias al consumo abundante de la misma.
Entre otras cosas, fortalece el sistema inmunológico, aumenta tus defensas, oxigena y ayuda a fluir tu sangre, acelera el proceso de cicatrización y colabora en la producción de colágeno, evitando así el dolor de huesos.
