Un estudio australiano revela que las personas con apnea del sueño tienen más probabilidades de verse afectadas por problemas de memoria.
La apnea del sueño, también conocida como síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño o su acrónimo OSAHS, es una de las causas de los ronquidos. Como su nombre lo indica, estos son momentos durante el sueño en los que se detiene la respiración.
Se estima que al menos el 30% de los franceses de 65 años en adelante se ven afectados, con una proporción en los hombres el doble de alta según Top Santé. Las consecuencias son múltiples: fatiga persistente y somnolencia que se manifiesta en el día, sin mencionar el aumento del riesgo cardiovascular.
Un estudio australiano descubre un vínculo entre los problemas de memoria y la apnea del sueño.
La apnea del sueño tendría otras consecuencias. El equipo de la Dra. Melinda Jackson en la Universidad RMIT en Australia encontró que las personas con este síndrome eran más propensas a tener problemas de memoria.
Para llegar a estas observaciones, los autores de este estudio solicitaron a 44 personas de 20 a 69 años que sufrían de apnea del sueño no tratada. También participaron 44 voluntarios sanos. A todos se les ha pedido que indiquen un recuerdo de la infancia, otro de su vida adulta y, finalmente, un recuerdo reciente.
La depresión un riesgo en los ancianos.
Las personas con apnea del sueño han tenido más dificultades para recordar detalles de sus vidas, como direcciones y nombres. La memoria semántica resulta particularmente afectada. Para el Dr. Jackson, «no es sorprendente que la apnea del sueño tenga un impacto en la memoria autobiográfica: estudios anteriores han demostrado que este síndrome causa una pérdida de materia gris en las áreas del cerebro asociadas con la memoria. Por otro lado, sabemos que se necesita una buena calidad de sueño para consolidar la memoria autobiográfica, especialmente la memoria semántica «.
Las máscaras para dormir que se usan para abrir las vías respiratorias podrían ser vías de solución, sabiendo que, según estos investigadores, estos trastornos de la memoria podrían promover el riesgo de depresión, especialmente entre las personas mayores.
