Investigadores franceses desarrollan un analgésico más efectivo que la morfina y no adictivos.

AVANCE: A pesar de los riesgos de la adicción y sus efectos secundarios, la morfina y los opioides son actualmente los tratamientos más efectivos para el dolor. Pero el trabajo de los investigadores franceses sin embargo podría cambiar la situación. Han logrado, en pruebas realizadas en ratas, modificar una molécula analgésica producida por el cuerpo para hacerla más efectiva que la morfina.
Hasta entonces, no había nada más efectivo que la morfina u opioides. Pero para tratar el dolor, los investigadores del Institut Galien Paris-Sud e Inserm han hecho un descubrimiento que podría aliviar a muchas personas. Al modificar una molécula de dolor producida naturalmente por el cuerpo, la encefalina, lograron asegurar que su eficacia y su tiempo de acción superan a los de la morfina en las pruebas realizadas en ratas.
A diferencia de la morfina y los opiáceos, cuyos efectos secundarios, como la depresión respiratoria y la adicción, son importantes, este método ayudaría a calmar el dolor de forma segura.
Eficiencia dos veces más larga que la morfina
Hasta hoy, la encefalina no era de interés farmacológico. Este péptido liberado por ciertas neuronas durante la aparición del dolor se degradó de hecho rápidamente. «Desafortunadamente, después de la administración, estas moléculas se metabolizan en minutos y no pueden desencadenar un efecto analgésico», explica Inserm en un comunicado. Pero al combinarlo con el escualeno, un lípido natural involucrado en la síntesis de colesterol, hormonas esteroides y vitamina D, se ha demostrado que la encefalina es más estable.
Al observar sus efectos en ratas que sufrían, los investigadores, cuyo trabajo fue publicado en la revista Science Advances, observaron una eficiencia dos veces más larga que la morfina. Las moléculas de encefalina, que no atraviesan la barrera hematoencefálica, que aísla y protege al cerebro de lo que está en la sangre, también tienen la ventaja de estar limitadas a la zona del dolor. «Evitan los efectos centrales responsables de los fenómenos de adicción», señala Inserm.
Varios años de experimento seguirán siendo necesarios antes del desarrollo de cualquier medicamento.