Demasiado deporte puede dañar tus riñones

Escrito por Maria Guerrero

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Así es: demasiado deporte puede dañar los riñones. Cuando hacemos actividad física debemos aumentar la intensidad del entrenamiento gradualmente e incluir un período de recuperación entre sesiones, de lo contrario existe el riesgo de encontrarse con una patología que, si no se diagnostica a tiempo, puede causar problemas renales: la rabdomiolisis.

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Esta enfermedad consiste en la ruptura de las células musculares del esqueleto con la consiguiente liberación de enzimas (por ejemplo, la creatina quinasa), electrolitos (potasio, calcio) y proteínas como la mioglobina en el torrente sanguíneo. Esta última, en cantidades excesivas, es peligrosa porque puede bloquear el sistema de filtración renal o disociarse en sustancias que son tóxicas para los riñones. A este respecto, un nuevo estudio realizado en los Estados Unidos por el Centro Nacional de Información Biotecnológica ha confirmado que el esfuerzo físico excesivo es una de las principales causas de la rabdomiolisis.

Qué es la rabdomiolisis: causas, síntomas y remedios

La actividad deportiva excesiva, que somete a nuestros músculos a una tensión exagerada, es sólo una de las muchas causas de la rabdomiolisis. La aparición de la patología, de hecho, puede estar relacionada con problemas cardiovasculares, distrofias musculares e infecciones; también el uso de algunas drogas que contienen estambre y fibratos, el abuso de alcohol y drogas, el consumo excesivo de café, la intoxicación por metales pesados y las picaduras de insectos y reptiles pueden provocar rabdomiolisis. Los principales síntomas son: fatiga general, dolor muscular y orina oscura. Es importante especificar que, si se diagnostica a tiempo mediante análisis de sangre y orina, la rabdomiolisis pasa en 1 a 4 semanas gracias a la hidratación intravenosa (para prevenir el daño renal) y a la ingesta de diuréticos y líquidos.

Qué es la rabdomiolisis: causas, síntomas y remedios

La actividad deportiva excesiva, que somete a nuestros músculos a una tensión exagerada, es sólo una de las muchas causas de la rabdomiolisis. La aparición de la patología, de hecho, puede estar relacionada con problemas cardiovasculares, distrofias musculares e infecciones; también el uso de algunas drogas que contienen estambre y fibratos, el abuso de alcohol y drogas, el consumo excesivo de café, la intoxicación por metales pesados y las picaduras de insectos y reptiles pueden provocar rabdomiolisis. Los principales síntomas son: fatiga general, dolor muscular y orina oscura. Es importante especificar que, si se diagnostica a tiempo mediante análisis de sangre y orina, la rabdomiolisis pasa en 1 a 4 semanas gracias a la hidratación intravenosa (para prevenir el daño renal) y a la ingesta de diuréticos y líquidos.

Demasiado deporte implica riesgos

Los autores del estudio más reciente sobre el tema, publicado en la Revista Clínica de Medicina Deportiva, consideraron que un grupo de 40 nadadores (a nivel universitario) sufría de rabdomiolisis. Los expertos señalaron que 6 de cada 40 nadadores fueron hospitalizados por «rabdomiolisis por estrés sintomático» causada por un esfuerzo físico que sometió a sus músculos a una situación de estrés anormal. Más concretamente, los chicos en cuestión realizaron 20 minutos consecutivos de pull-ups en la barra, «row» (un ejercicio que se realiza con una máquina para fortalecer la columna vertebral) y banco plano para pectorales agotados. Cansancio» significa hasta el límite de la propia fuerza y resistencia.

El que se ha explicado anteriormente no es el primer caso similar. Hace años, en una escuela secundaria de Taiwán, hasta 119 estudiantes terminaron en la sala de emergencias (muchos diagnosticados con rabdomiolisis por estrés) después de que su profesor de educación física los obligara a hacer 120 flexiones en 5 minutos: «Cuando se concentra la actividad física en tan pocos minutos y se viene de unas 36 horas de inactividad, existe un alto riesgo de dañar las células musculares», explica uno de los autores del estudio sobre los nadadores que menciona el caso de Taiwán. El mismo riesgo corren los deportistas de competición que, tras un largo paréntesis de verano o durante las vacaciones de Navidad, reanudan su entrenamiento con demasiado entusiasmo y de forma gradual.

Cómo evitar la rabdomiolisis

Los investigadores han confirmado que, después de varios días de abstención de la actividad deportiva, es esencial volver a entrenar gradualmente, y no con la misma intensidad que la última vez antes del descanso. Los casos más frecuentes de rabdomiolisis se dan entre los culturistas o los bateadores: si se regresa de una parada más o menos larga, al principio es necesario bajar las cargas y/o reducir el número de repeticiones para permitir que los músculos se adapten al esfuerzo. En estos casos, lo ideal es consultar a un entrenador personal válido que pueda recomendar una tarjeta ad hoc para esas situaciones. Sin embargo, si de todas formas te pasas, es probable que al día siguiente tengas dolores en los músculos que has entrenado: hasta ahora todo es normal, pero si el dolor continúa durante más de tres días (y además notas que tu orina es demasiado oscura y una sensación general de cansancio) es aconsejable, después de una visita al médico de cabecera, realizar análisis de sangre y orina.

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