El autocoaching, ayudarse a sí mismo para estar mejor

Escrito por De Angeles Maria

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De Angeles Maria

El autocoaching es un método de desarrollo personal que puede ser una ayuda útil para establecer objetivos y gestionar sus aprehensiones diarias. Romper las barreras, determinar objetivos, ir más allá de sus miedos, el autocoaching le empuja en la dirección correcta.

El autocoaching es una herramienta de desarrollo personal que se realiza sólo, con la ayuda de un manual. El objetivo es observar lo que ocurre en el presente para transformar el futuro. No se trata de una terapia en la que uno está interesado en el pasado. El autocoaching permite transformar su estado de ánimo y activar sus recursos personales. Es una herramienta que, aunque pueda ser eficaz, no se recomienda para todas las situaciones. Los ejercicios de autocoaching se basan en el pensamiento, la creatividad, la acción, la visualización. Pueden servir como preliminares, complementar o continuar un coaching.

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Un método sencillo y personal 

La ventaja de una práctica personal, además del ritmo que se adapta a todo el mundo, es el desarrollo de la autonomía y la estimulación de la noción de trabajo personal. Se puede por ejemplo actuar sobre el estrés y la ansiedad que a menudo provienen de un sentimiento de impotencia para controlar un entorno complejo e incierto. Usando este método de forma regular, la práctica del autocoaching ayuda a aliviar estas emociones de forma espontánea. Esta herramienta personal activa la creatividad individual, permitiendo a cada uno desarrollar sus propios trucos, los que le convienen y sobre todo los que disfrutará practicar.

El objetivo es la acción a fin de mejorar

El autocoaching no es una meditación, su propósito es práctico y tiene como objetivo adoptar medidas para la resolución de una situación problemática. Uno siempre se siente mejor si actúa en lugar de sufrir de forma pasiva. Sin embargo no sirve de nada repetirse y actuar como si todo estuviera bien si no es el caso. Lo que se necesita por encima de todo es escucharse. Un ejercicio fácil para empezar es relajar cuerpo y mente es imaginar un cuadro, reflejo directo de una situación que nos resulta difícil. La persona puede entonces tratar de embellecer el cuadro, cambiarlo de sitio, ajustarlo hasta que le convenga mejor. Se trata de una buena manera de distanciarse de una situación dolorosa.

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