Bienestar

La acupuntura: revelado el misterio de su efecto analgésico

Aunque la acupuntura ya se reconoció por la OMS e indicó para el tratamiento de la fibromialgia, el asma o las migrañas, y se utiliza para reducir el dolor desde hace más de 4.000 años, los mecanismos que se implican en este efecto analgésico son todavía poco conocidos. Un estudio publicado en la revista Nature indica que la inserción y manipulación de agujas provoca la liberación local de adenosina, un neurotransmisor con propiedades analgésicas.

La acupuntura (del latín acus, punto, y punctura, pinchazo) se utiliza desde hace al menos 4.000 años en la medicina tradicional china para restablecer la salud y aliviar el dolor. La acupuntura es una práctica muy compleja, basada en la percepción china de que la energía vital (Qi) del ser humano fluye a través de los meridianos que conectan diferentes partes del cuerpo.

Según esta teoría, la inserción de agujas muy finas en lugares muy precisos permite acceder a estos meridianos y así restablecer el equilibrio energético de la persona y corregir ciertos trastornos, en particular el dolor. Aunque la medicina occidental suele mirar con recelo los beneficios de la acupuntura, lo cierto es que esta técnica se utiliza con éxito por un número cada vez mayor de personas en todo el mundo.

De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la eficacia de la acupuntura en el tratamiento de al menos veinte enfermedades, en particular la fibromialgia, el asma y las migrañas.

Una aguja de acupuntura provoca la liberación de una molécula analgésica

Gran parte de la desconfianza de los occidentales hacia la acupuntura se debe a la falta de datos científicos sobre los mecanismos bioquímicos que podrían estar implicados en los efectos positivos de esta técnica.

En un artículo publicado en la prestigiosa revista Nature Neuroscience, un equipo de investigadores estadounidenses de la Universidad de Rochester cubre este vacío al demostrar que la inserción de agujas provoca cambios drásticos en los niveles de ciertas moléculas analgésicas.

Utilizando ratones como modelos, observaron por primera vez que la implantación y rotación de una aguja en el punto «zusanli» (uno de los 365 puntos clásicos de acupuntura, situado cerca de la rodilla) provocaba un aumento extraordinario (más de 20 veces) de la cantidad de adenosina liberada por las células musculares.

Este aumento se correlaciona con una mayor resistencia de los animales al dolor causado por el calor o la lesión del nervio ciático, lo que sugiere un papel de esta molécula en los efectos analgésicos de la acupuntura.

Esta implicación de la adenosina liberada tras la implantación de las agujas también queda bien ilustrada por la falta de beneficio de la acupuntura cuando los animales son tratados con un fármaco que impide que la adenosina actúe sobre las neuronas implicadas en la transmisión del dolor.

La acupuntura en el tratamiento de los síntomas inflamatorios

Estas observaciones sugieren, por tanto, que la ligera destrucción de las células musculares y del tejido conectivo tras la implantación y manipulación de las agujas de acupuntura provoca la liberación de adenosina en la proximidad de ciertos nervios y un efecto analgésico. También se sabe que la adenosina es una molécula con propiedades antiinflamatorias, por lo que su liberación puede explicar también el éxito de la acupuntura en el tratamiento de ciertos trastornos inflamatorios, como la tendinitis.

Como la adenosina se degrada rápidamente tras su liberación fuera de las células, este descubrimiento también plantea la interesante posibilidad de que la eficacia de la acupuntura pueda mejorarse mediante el uso paralelo de fármacos que ralenticen su degradación.

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