Nutrición

Olvídate de desechar la piel de patata

La papa es uno de esos alimentos que no pueden faltar en la dieta por todo lo que ofrece. Si tienes la costumbre de botar la piel de patata, es probablemente porque aún no conoces algunos de sus beneficios.

Descubre en esta nota varias razones que te harán pensar dos veces antes de desperdiciar esta importante parte del popular tubérculo.

La cáscara también se come

Al igual que otros alimentos, la piel de patata contiene diversos micronutrientes que son muy saludables para el organismo. Aunque no parezca, esta verdura contiene bastante almidón e hidratos de carbono. Cómo está compuesta por 75% de agua, es mucho más ligera de lo que se cree, en especial si no está frita.

La papa es uno de los productos más consumidos en el mundo por su gran versatilidad dentro de la gastronomía y la cocina hogareña. Si bien en España y Europa es costumbre tirar la cáscara, en otras culturas se come todas sus partes para aprovechar al máximo su sabor y propiedades.

Propiedades de la piel de patata

Junto a sus vitaminas (B y C) y minerales (fósforo, hierro, magnesio, potasio y zinc), este tubérculo incluye otros beneficios:

  • Tiene un efecto saciante. Todas las partes de la papa son ricas en carbohidratos complejos muy recomendados. Siempre que no las frías, su cantidad de calorías será baja, sentirás el estómago más lleno y evitarás los antojos.
  • Sirve como exfoliante. Esta cáscara también funciona como limpiador facial natural. Con una mezcla de 1 patata, 1 pepino, 1 cucharada de bicarbonato y un poco de agua, tienes una crema natural que elimina las imperfecciones de rostro.
  • Ayuda con el proceso digestivo. Usada en pequeñas cantidades, facilita el tránsito intestinal de alimentos más pesados. Acompañadas de otras fibras, sus carbohidratos complejos permiten una digestión más cómoda.
  • Previene las enfermedades cardiovasculares. Su contenido de potasio controla la presión arterial y los líquidos en los tejidos. Esto reduce el riesgo de padecer un ACV o un ataque cardiaco.
  • Reduce el colesterol y controla el azúcar. Debido a su alto contenido en fibras y nutrientes esenciales, la piel de patata disminuye la hiperglucemia, evitando la diabetes tipo II. Además, sus antioxidantes, glicoalcaloides y polifenoles bajan los niveles de colesterol LDL (malo).

Una receta sencilla

Si quieres probar solamente la piel de patata, puedes preparar una deliciosa tapa. Sólo fíjate que no tenga una coloración verdosa o brotes, corta la cáscara con un poquito extra de papa. Y cocínalas con aceite y sal en un sartén.

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